Los alimentos modificados genéticamente cada vez cobran un mayor espacio en el mercado. Recientemente, la start-up estadounidense Pairwise anunció que por primera vez llegará un producto editado con CRISPR a restaurantes y puntos de venta de Estados Unidos. 

De acuerdo con la empresa, “se trata de variedades de mostaza china, las cuales son muy nutritivas y fueron mejoradas para eliminar el sabor picante de sus hojas. Esto las hace más apetecibles para los consumidores y abre nuevas posibilidades para su uso en ensaladas, sándwiches y otros platos”.

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Es bien conocido que las hojas de mostaza, que son comestibles, contienen grandes cantidades de vitaminas y minerales, pero su sabor picante, cuando se comen crudas, ha hecho que muchas personas no las prefieran a la hora de hacer ensaladas, por ejemplo.

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Pero, ¿cómo hicieron para quitarle el sabor picante? La empresa explicó que emplearon la técnica de edición genética CRISPR, que les permitió a los investigadores “apagar” 17 copias del gen responsable del sabor picante.

“Con esta técnica se puede hacer algunos ajustes sin introducir genes de otras especies, por lo que el producto final se considera igual al convencional en términos regulatorios”, anotó la empresa. Además de las hojas de mostaza, también están utilizando CRISPR para desarrollar moras y cerezas sin semilla.