El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) lanzó el símbolo ⓑ emulando la forma que creadores de obras tienen sus derechos de autor y las empresas sus propios logos, y será el nuevo ‘derecho de autor’ para los cuerpos en la web con el mensaje de que mujeres, jóvenes, minorías raciales y étnicas, comunidad LGBTQ+, son especialmente “devaluados, explotados y violados” en ese espacio.

La organización lanzó este jueves una campaña mundial para sensibilizar sobre esta violencia y abusos y acabar con la violencia contra la mujer para 2030. “Todo el mundo tiene el derecho a vivir sin miedo y violencia tanto dentro como fuera de internet”, dice a la AFP la directora ejecutiva de la organización, Natalia Kanem.

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“La esfera digital es nueva y una frontera en creciente expansión para la violencia basada en el género”, en un mundo cada vez más conectado en el que la gente pasa cada vez más tiempo en internet, especialmente desde la pandemia de COVID-19, recordó la funcionaria.

Y, con ello, también los peligros tanto para la salud mental, emocional y física, así como profesional, según la jefa de esta agencia de la ONU dedicada a preservar la salud sexual y reproductiva y los derechos y acabar con la violencia de género.

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“Es hora de que las compañías tecnológicas y los responsables políticos se tomen en serio la violencia digital”, acotó, para destacar que el ciberacecho, los mensajes de odio, la divulgación y uso fraudulento de fotos y vídeos abundan en redes sociales.

Y es que los logos corporativos y los derechos de autor “tienen mayor protección en internet que los seres humanos”, lamentó Kanem.

Según una encuesta de la Economist Intelligence Unit, el 85 % de las mujeres con acceso a internet han sido testigos de la violencia en línea contra otras mujeres, y el 38 % la han vivido personalmente. En torno al 65 % de las mujeres han sufrido ciberacoso, mensajes de odio y difamación y el 57 % han sufrido ‘astroturfing” o campañas de intoxicación en las plataformas.

En muchos países no existe legislación para limitar este fenómeno. Cualquiera que trate de retirar imágenes abusivas de sí mismo encontrará con que tienen escasos derechos legales y aquellos que intentan defenderlos se encontrarán inmersos en un largo y doloroso proceso, señala el UNFPA.

Sin embargo, eso no ocurre con los derechos de autor de la música o el cine, pues  las plataformas lo retiran inmediatamente.