Durante los primeros días de junio la Nasa ha detectado una gran cantidad de polvo de este desierto africano viajando al continente.

 

Como ya ha sucedido en otras ocasiones, científicos detectaron que durante los primeros días de junio una gran “nube” de polvo proveniente del Desierto del Sahara se dirige hacia el continente americano. (Lea Amazonía: la vida en juego. El llamado de expertos ambientales al próximo presidente)

Gracias a las imágenes proporcionadas por el Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS), la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) pudo observar “columnas” de polvo entre el 3 y 5 junio. (Lea El estado de Los Nevados, PNN por el que emitieron una orden de desacato contra Duque)

“Los sensores satelitales de la NASA que rastrean la profundidad óptica de los aerosoles observaron aumentos sustanciales en las partículas que reflejan la luz solar sobre la región a partir del 29 de mayo y hasta el 6 de junio. Las imágenes satelitales en color natural del 30 de mayo al 6 de junio también mostraron la progresión de la tormenta a través del agua”, se lee en un comunicado que publicó la agencia espacial de EE.UU.

En esta imagen se puede ver con más claridad lo que está sucediendo con este fenómeno:

Aunque, al parecer, aún no se sabe con claridad cuáles son las ciudades a las que llegará el polvo desértico, la Nasa advierte que este material del desierto del Sahara, que es la mayor fuente de polvo en el aire de la Tierra, podría tener efectos en la calidad del aire y, por ende, podría perjudicar la salud de las personas, especialmente de aquellas que padecen enfermedades pulmonares.

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Sin embargo, en la otra cara de la moneda, este polvo es rico en hierro y otros minerales que son claves para las plantas y el fitoplancton, pues les proporciona un “fertilizante natural para los ecosistemas oceánicos y las tierras a favor del viento”. También suele fertilizar los suelos de la selva amazónica.

Así mismo, explica la Nasa el polvo del Sahara, ” juega un papel importante en el clima y los sistemas biológicos de la Tierra. Las partículas en el aire absorben y reflejan la luz solar, alterando la cantidad de energía solar que llega a la superficie, y también pueden promover o reducir la formación de nubes y tormentas, dependiendo de otras condiciones atmosféricas”.

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