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La Fiscalía General de la Nación logró una condena por maltrato animal agravado en contra de Mario Pastrana Prieto, quien fue hallado responsable de una brutal agresión perpetrada el 8 de junio de 2024 contra una perrita criolla llamada Juana de Arco. Este episodio ocurrió en las calles de un barrio de Ibagué y su registro en las cámaras de seguridad jugó un papel fundamental en el esclarecimiento del caso, pues permitió constatar la veracidad de los hechos. La circulación de estos videos a través de redes sociales, impulsada por la denuncia pública, expuso la gravedad de la agresión y generó indignación entre los ciudadanos. Con esto, la movilización comunitaria se convirtió en parte esencial para visibilizar y dar trámite a un delito que de otra manera podría haber pasado inadvertido.
De acuerdo con el material recopilado –clave en la investigación según la Fiscalía General de la Nación–, Pastrana Prieto habría atacado con un palo a la perrita y, además, incitado a otros perros para que a su vez la agredieran. No satisfecho con esto, intimidó al propietario del animal y a su familia con el objetivo de evitar represalias. La suma de estos actos configura el delito de maltrato animal agravado, tipificado en Colombia para sancionar con mayor severidad aquellas conductas que ponen en riesgo la vida y el bienestar de los animales.
Las consecuencias físicas y emocionales no tardaron en evidenciarse. Juana de Arco sufrió una contusión en la cabeza, además de alteraciones en su comportamiento. Según los reportes veterinarios consignados en el caso, el daño superó lo físico, provocando traumas emocionales considerables. La perrita hoy enfrenta la necesidad de recibir cuidados médicos permanentes, prueba de las secuelas severas que deja un acto de esta naturaleza.
Ante la contundencia de las pruebas y el proceso judicial, Mario Pastrana Prieto aceptó un preacuerdo en el que se declaró culpable del delito imputado. Por este motivo, un juez dictó la sentencia que lo condena a nueve meses de prisión y al pago de una multa correspondiente a 3,75 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
El caso de Juana de Arco pone en evidencia la importancia de la denuncia ciudadana y la necesidad de mecanismos ágiles de respuesta institucional. Casos como este abren el debate sobre la protección de los animales, la implicación emocional para las víctimas no humanas y las responsabilidades legales de los infractores.
¿Qué significa el delito de maltrato animal agravado?
El término “maltrato animal agravado” se refiere a una forma particularmente grave de violencia u omisión que provoca sufrimiento intenso o secuelas duraderas en un animal. Según la legislación colombiana citada por la Fiscalía General de la Nación, se considera agravado cuando la conducta implica especial sevicia, prolonga el dolor o genera daño emocional severo. En casos como el de Juana de Arco, la agresión física directa, la incitación de otros a atacar y la intimidación a los dueños constituyeron circunstancias agravantes.
La tipificación del maltrato animal agravado faculta a las autoridades para sancionar con mayor rigor a los responsables, con el objetivo de disuadir estos hechos y proteger el bienestar de los animales. Reconocer esta figura legal es fundamental para entender el alcance de la protección a los animales en Colombia y la evolución de los derechos de los seres sintientes.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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