Por: EL PILON SA

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Este artículo fue curado por pulzo   Dic 25, 2025 - 11:35 am
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Valledupar, la capital del vallenato, se posiciona como uno de los destinos preferidos en Colombia para quienes buscan un entorno natural con un ambiente festivo, ideal para visitar en familia, con amigos e incluso con las mascotas. Según un informe de EL PILÓN, existen al menos cinco balnearios emblemáticos en la región que ofrecen un respiro no solo para el calor de fin de año, sino también para ese tradicional “guayabo navideño”, combinación perfecta de naturaleza, cultura y gastronomía local.

El Balneario Hurtado, situado a orillas del río Guatapurí, es el más reconocido por sus aguas cristalinas que descienden desde la Sierra Nevada de Santa Marta hasta desembocar en el río Cesar. Este balneario destaca, además, por su estatua de la ‘Sirena Dorada Vallenata’, un símbolo cultural y parte de la leyenda regional, y ha recibido la visita de figuras políticas, artistas nacionales y hasta músicos de renombre como Andrés Cepeda, como ha documentado EL PILÓN. No obstante, persisten llamados de atención en cuanto al mantenimiento ambiental y la infraestructura sanitaria, aspecto en el que los propios visitantes han recomendado mejoras para proteger la convivencia entre el turismo y el entorno.

A tan solo veinte minutos de la ciudad se ubica el Balneario La Vega, un refugio bañado por el río Badillo, el mismo que ha sido inspiración de múltiples canciones vallenatas, como ha señalado EL PILÓN. Aquí, los turistas no solo encuentran aguas frescas, sino también opciones para degustar platos típicos como sancocho de gallina y carnes a la plancha, recomendadas incluso por el reconocido influenciador gastronómico Tulio Zuluaga, conocido como Tulio Recomienda. La Vega cuenta con zonas de parqueadero y una oferta culinaria que ha consolidado su atractivo para aquellos que buscan una jornada de descanso y buena comida.

A mayor distancia, a 40 kilómetros, el Balneario La Mina ofrece un paisaje de rocas blancas talladas naturalmente por el agua. Ubicado en el Resguardo Indígena Kankuamo, este sitio acoge a quienes desean tomar fotografías panorámicas y disfrutar del silencio solo interrumpido por la fauna silvestre, como menciona la periodista María José Marroquín. Este lugar ha servido de escenografía para producciones televisivas reconocidas del país, reforzando su vínculo con la cultura popular y la naturaleza.

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En el municipio de Manaure, el Balneario Paso de la Danta es patrimonio turístico e histórico. Según reportes de EL PILÓN, esta zona no solo es famosa por sus aguas claras, sino también por su riqueza agrícola, sus miradores naturales y el clima fresco que invita a la exploración ecológica. Las recomendaciones de las autoridades locales inciden en llegar temprano para aprovechar el día y las rutas de acceso están claramente delimitadas para quienes salgan desde Valledupar.

Finalmente, el Balneario El Mojao se distingue por sus cascadas y un tobogán natural en medio de formaciones rocosas, alimentadas por aguas del río Candela. Su ambiente pet-friendly y la posibilidad de probar platos como el chivo asado y sudados típicos convierten este destino en un lugar familiar y seguro, protegido con el apoyo de las fuerzas militares y la policía, según informa EL PILÓN. Aquí, la infraestructura ha sido levantada por el empeño de una familia local visionaria en turismo comunitario.

En conjunto, estos balnearios representan mucho más que simples lugares para remediar los excesos de las festividades. Se perfilan como puntos de encuentro entre la identidad cultural vallenata, la gastronomía regional, la preservación ambiental y el impulso al turismo, que cada año atrae a visitantes locales y foráneos a descubrir la magia natural de Valledupar y sus alrededores.

¿Qué precauciones deben considerar los visitantes para preservar el entorno natural de los balnearios?

Debido al aumento de turistas en períodos festivos, como señala EL PILÓN, la conservación de los balnearios depende en gran parte de la responsabilidad colectiva. Tanto las autoridades locales como los propios bañistas hacen énfasis en mantener las áreas limpias, utilizar adecuadamente la infraestructura disponible y cuidar la fauna y flora presentes.

La falta de mantenimiento en algunos espacios ha sido motivo de alerta por parte de los usuarios, quienes instan a una mayor conciencia ambiental. El respeto por las normativas, la disposición correcta de residuos y el uso racional del agua contribuyen a que estos lugares continúen siendo destinos emblemáticos y seguros, permitiendo la convivencia armónica entre el turismo y el ecosistema que caracteriza a la región de Valledupar.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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