Durante la tarde de este jueves el Ministerio de Ambiente reunió un panel para conversar sobre uno de los retos más importantes que tiene el Ministerio y Colombia: las decisiones respecto a los hipopótamos, una especie declarada invasora. A la mesa estuvieron invitados Carlos Correa, ministro de Ambiente; Gisele Didier, directora de investigación del Instituto Humboldt; Gonzalo Andrade, vinculado al Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional; y Brigitte Baptiste, bióloga y rectora de la Universidad EAN.

La discusión giró alrededor de las medidas que se están tomando y están próximas a tomarse respecto a los hipopótamos. Por lo menos dos datos resultaron importantes en la conversación. La primera fue un balance que realizó el ministro Correa en el que señaló que el Ministerio ha trasladado en las últimas semanas a dos hipopótamos al Parque Ukumarí, un bioparque ubicado en Pereira, además ha esterilizado a 12 hipopótamos de manera quirúrgica y busca los recursos para hacer el procedimiento con otros 32 individuos. Por otra parte Correa confirmó que las autoridades están en conversaciones con zoológicos en el exterior.

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Hemos hablado con zoológicos a nivel internacional, que no es el momento de mencionar con nombre porque estamos todavía en conversaciones, para ver si podemos ir trasladando de a dos o de a cuatro hipopótamos y de esa forma contribuir a frenar la reproducción”, afirmó Correa. Estas acciones se han realizado de la mano de Cornare, autoridad ambiental de la zona antioqueña donde un número importante de estos animales están, y con base en los conceptos científicos del Instituto Humboldt. Precisamente fue su directora de investigación, Gisele Didier, quien reveló los resultados preliminares de una nueva encuesta.

El ejercicio estadístico buscó conocer qué piensa la comunidad local de los hipopótamos. El Instituto ha estado trabajando, contó Didier, en cinco zonas. La zona 1, por ejemplo, comprende Doradal, Puerto Triunfo, Estación Pita, Cocorná, y la Isla de Silencio, todos lugares en Antioquia. La zona 2 abarca Puerto Nare, La India, La Pesca, Puerto Berrío y Puerto Boyacá. “Hemos entrevistado diferentes grupos en las comunidades y quería compartirles un poco esas percepciones”, introdujo Didier. En las encuestas los pescadores consideran que la especie invasora amenaza su tránsito fluvial y las faenas de pesca.

Reconocen que la contaminación de cuerpos de agua está afectando la provisión o la oferta de peces en los sitios donde suelen hacer faenas de pesca. También algunas opiniones apuntan a que los eventos de ataques o conflictos modifican el nivel de responsabilidad y cuidado del pescador en sus faenas”, apuntó Didier. Los ganaderos, a su vez, documentan que las áreas de pastoreo se ven afectadas por el tránsito de la especie y el pisoteo. También han evidenciado ayuntamiento de los semovientes (en este caso, ganado).

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Por último, las encuestas también están consultando las opiniones de las personas que habitan estas comunidades. En este caso, dice la investigadora del Humboldt, “hay una percepción que de alguna manera es benevolente. Básicamente la especie del hipopótamo se ha vuelto un elemento identitario de la zona, particularmente en la zona 1 (Doradal, Puerto Triunfo, etc). Y aquí hay otra paradoja: Colombia es país megadiverso y los hipopótamos están teniendo más presencia que nuestra propia biodiversidad”.

Didier menciona que los hipopótamos están teniendo un papel muy importante en lo que ella denominó el “top of mind” de las comunidades. Esto es un concepto bastante usado en el marketing que define qué aparece de primer lugar de importancia o recordación en la mente de las personas al ser cuestionados.

“Aquí hay un elemento interesante que quisiera poner en la mesa y es que tenemos una oportunidad inmensa de posicionar nuestra biodiversidad nativa. No solamente en el imaginario y en el top of mind de las personas, sino también como una fuente de ingreso a través de actividades como el turismo de naturaleza. Hay una responsabilidad social de todos nosotros de trabajar en el posicionamiento de nuestra biodiversidad como elemento identitario. Nuestra biodiversidad nativa, no una especie invasora que no nos pertenece”, finalizó la investigadora del Humboldt.

El pasado 25 de marzo el ministerio de Ambiente informó que se incluyó al hipopótamo (Hipopotamus amphibius) en el listado de especies exóticas invasoras en Colombia, a través de una nueva resolución. En términos técnicos, la nueva resolución modifica el artículo primero de la Resolución 848 del 23 de mayo del 2008, agregando a la especie Hipopotamus amphibius al listado de especies exóticas invasoras del cual también hacen parte el caracol gigante africano, la rana toro, el pez león y el retamo espinoso y liso, entre otras.

Según informó entonces el ministerio, la resolución cita la prohibición de la comercialización, movilización, fomento, tenencia, reproducción y propagación, con cualquier propósito, de la especie Hipopotamus amphibius. El hipopótamo común es nativo de África subsahariana, donde habita una amplia gama de ecosistemas de humedales y sabanas adyacentes a ríos. La especie ha sido introducida en diferentes países en condiciones de cautiverio, principalmente a zoológicos. En Colombia fueron introducidas tres parejas como parte de la colección privada del propietario de la Hacienda Nápoles (Puerto Triunfo, Doradal, Antioquia) en 1985, de donde escaparon de su confinamiento, dispersándose a lo largo del Magdalena Medio por su propia cuenta.