La actriz Jennifer Lawrence se convirtió en madre con el nacimiento de su primer hijo en enero de este año, manteniéndose lejos del ojo público, sin revelar ni siquiera cuál es el nombre de su primogénito.

Sin embargo, esta semana Lawrence reapareció revelando que el nombre de su bebé es Cy, en honor al pintor Cy Twombly, uno de los artistas favoritos de su esposo, Cooke Maroney. La actriz contó que el pequeño ha llenado su vida de felicidad y esta ha sido una experiencia única que ha cambiado por completo su mundo.

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“El día en que nació todo comenzó de nuevo. Me quedé mirandolo y sentí que me había enamorado. Se esfumaron todos mis miedos”, explica la protagonista de los Juegos del Hambre en entrevista para la edición estadounidense de la revista Vogue.

Además, confesó que desde el nacimiento de su bebé no puede evitar el sentir una debilidad especial por todos los bebés que se cruzan en su camino, ya que siente una especie de instinto protector hacia ellos.

Las dificultades de Jennifer Lawrence con la maternidad

Sin embargo, la actriz hizo una revelación muy impactante de su experiencia con la maternidad y es que su historia no ha sido sencilla ni color de rosa siempre.

Jennifer confesó que en el pasado sufrió dos abortos espontáneos. La primera vez ocurrió cuando tan solo tenía 20 años y se encontraba completamente sola en Montreal, un hecho que la impactó a pesar de que no tenía en mente ser madre en aquellos momentos, ya que por su edad no se sentía preparada para este reto.

Su segundo aborto se dio en el 2020, en pleno rodaje de la película ‘Don’t Look Up’, cuando buscaba ampliar la familia junto a su esposo. Afirmó que esta es una de esas experiencias delicadas que nunca se pueden olvidar porque, aunque no hubo ningún tipo de complicación, el recuerdo del pasado permanecía en su mente durante la gestación de Cy.

“Da tanto miedo hablar de la maternidad. Solo porque es muy diferente para todos. Si digo, fue increíble desde el principio, algunas personas pensarán, no fue increíble para mí al principio, y se sentirán mal. Afortunadamente tengo tantas amigas que fueron honestas. Quienes decían, da miedo. Es posible que no te conectes de inmediato. Es posible que no te enamores de inmediato. Así que me sentí tan preparado para perdonar”, reveló Lawrence.

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También compartió una anécdota que vivió durante el embarazo y que ahora puede recordar entre risas: “Estaba caminando con uno de mis mejores amigos ya con 9 meses y recuerdo decir: ‘Todos siguen diciendo que amaré a mi bebé más que a mi gato. Pero eso no es cierto. ¿Tal vez lo amaré tanto como a mi gato?’”.

Sin embargo, tras el nacimiento, el flechazo fue instantáneo. “La mañana después de dar a luz, sentí que toda mi vida había comenzado de nuevo. Como, si en ese momento fuera el primer día de mi vida. Solo lo miré. Estaba tan enamorada”.

Cuenta que desde ahí empezó a sentirse enamorada “de todos los bebés en todas partes”. Afirma que los recién nacidos son tan asombrosos: “Son estos pequeños supervivientes rosados, hinchados y frágiles. Ahora amo a todos los bebés. Ahora escucho el llanto de un bebé en un restaurante y digo, ‘Ohhh, que precioso’”.

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