La conducta humana varía bastante dependiendo de las circunstancias, es tan situacional la manera en que una persona actúa según sus impulsos, que el descontrol de las emociones es justamente lo que conlleva a cometer muchos errores, que después se pueden convertir en lamentaciones.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son manifestaciones innatas, que se convierten en reacciones psicofisiológicas. Son producidas por los estímulos que se presentan en nosotros mismos y en el entorno. Todos los seres humanos las experimentan de diferentes formas. Sentirlas es lo que realmente nos hace reafirmarnos como seres vivos. Aprender a identificarlas y expresarlas de manera adecuada sin lastimarnos o lastimar a los demás, ayuda a conocernos y acercarnos a quienes nos rodean con un mayor grado de empatía.

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Las emociones juegan un rol importante en todos los contextos de la vida. Es posible que durante el día se vivan distintas emociones que tendrán lugar a diferentes reacciones. Por ejemplo, en la mañana puede suceder algo extraordinario y maravilloso que te ponga inmensamente feliz, pero luego durante el mediodía suceda otro hecho que cambie tu estado emocional.

El inconveniente no está en que se pase por tantas emociones durante la jornada diaria, de hecho, esto es totalmente normal, pero si no se gestionan de manera asertiva es posible que se produzcan alteraciones desbordadas en el estado anímico.

Es importante conocer y conectar con las emociones presentes del momento, de estas existen muchas, pero las más comunes son las siguientes: alegría, ilusión, entusiasmo, sorpresa, ternura, tristeza, enfado, duda, culpa, miedo, asco, etcétera.

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Inteligencia emocional

El éxito en la vida tiene mucho que ver con el desarrollo de la inteligencia emocional. Aprender a gestionar las emociones no es una tarea tan sencilla como parece ser, pero es muy posible hacerlo cuando se hace consciencia de la importancia de fortalecerse en esta capacidad.

Vivir reprimiendo las emociones o exteriorizarlas sin ningún control, conlleva a situaciones desagradables para uno mismo y para los demás. Hay que tener presente que a lo largo de la vida se experimentan distintas emociones, positivas y negativas. Las primeras dan satisfacción y las segundas sirven para aprender y desarrollar las habilidades necesarias que ayudan a encontrar las soluciones pertinentes frente a las circunstancias.

¿Por qué es importante la inteligencia emocional?

Nos encontramos en un mundo cargado de motivos innecesarios, causantes de conflictos. Se llevan situaciones minúsculas a situaciones mayúsculas. Cuando no se cuenta con la suficiente inteligencia emocional, es probable que se enfrenten demasiados momentos conflictivos, lo que afecta directamente nuestro interior y de paso las relaciones interpersonales, que se han ido formando con el transcurrir del tiempo.

Hablar y actuar requiere de un amplio sentido de sensatez, al hacerlo de forma insensata es precisamente en lo que se falla en el momento de relacionarnos con los demás.

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No con todo, ni con todos conectamos de la misma manera. Hay personas con las cuales no estaremos de acuerdo ya sea por su forma de ser, su punto de vista, los estilos de vida, el modo de vestir, las expresiones verbales y no verbales, etcétera. Por eso es importante contar con la suficiente inteligencia emocional, una que logre la regulación de los impulsos y de lugar al autocontrol. Solo así se podrá manejar de manera apropiada diferentes situaciones con distintas personas.

Tips para desarrollar la inteligencia emocional

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1-Reconoce la emoción que hay detrás de tu conducta.

2-Expresa de manera asertiva cómo te sientes.

3-Ponte en el lugar del otro, siendo empático.

4-Maneja una comunicación verbal y no verbal adecuada, evitando herir a las demás personas.

5-No supongas lo que no sabes.

6-No te juzgues, ni te autocastigues por lo que sientes.

7-Asume tus errores y aprende de ellos.

8-No discutas cuando estés enojado (a), tomate el tiempo para reflexionar.

 

Margarita María Londoño Polania – Psicóloga especialista