Para lograr la solidificación desarrollaron un proceso de reducción para que hierva lentamente el vino y “mediante una serie de técnicas e ingredientes, logramos hacerlo comestible“, le dijo Ricardo Correia, director de Sapientia Romana, a EFE.
De esta manera, el cliente puede adquirir uno de sus productos más llamativos: el caviar de vino, que son unas perlas creadas después del proceso de solidificación.
“Gota a gota vamos creando cada perla, con una película gelatinosa en cada gota de vino”, explicó Correia.
Además del caviar de vino, el producto solidificado también se puede adquirir tipo mermelada, con una textura gelatinosa y muy poco azúcar. Para ello utilizan diversas variedades de vinos portugueses como Porto o Alvarinho, entre otros.
Tras la buena aceptación de estos productos tanto en el país de origen de la empresa como en Holanda, Francia, Inglaterra o Alemania, el último reto fue hacer productos comestibles de cerveza.
“La idea surgió este año en una feria, donde la marca lusa de cervezas Super Bock nos propuso el reto”, según Ricardo Correia.
Con un proceso similar al del vino, la cocinera lituana logró las creaciones de caviar y mermelada de cerveza, que fueron presentadas este mes.
“En unos días se nos agotó todo el caviar y mermelada de cerveza, ya que muchos de nuestros clientes lo quería probar”, aseguró.
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