Anthony Jones se contagió de coronavirus el año pasado y tuvo que ser internado en una unidad de cuidado intensivo (UCI) porque el COVID-19 atacó fuertemente sus pulmones, publica el canal local KVOA.

El hombre, que vive en la Florida (EE. UU.), estuvo durante 3 semanas al menos 12 horas al día acostado boca abajo para que sus pulmones se recuperaran de la infección causada por el coronavirus, indica el mismo medio.

Según los especialistas que lo trataron, estar tanto tiempo boca abajo provocaron que la lengua de Jones se hinchara de manera exagerada, algo que es conocido como macroglosia, detalla el canal estadounidense.

“Mi lengua se salía de mi boca, se estaba poniendo pesada”, expresó el hombre y agregó que tuvieron que para ese momento no podía comer ni hablar.

Además, señala KVOA, tuvieron que envolverle la lengua para mantenerla húmeda, pues la extraña condición hace que se seque por completo.

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La mamá de Anthony Jones encontró al médico especialista James Melville, quien ya había operado con éxito a otras personas con macroglosia y él fue quien le recortó la lengua para que volviera a tener una vida normal.

“Estaba emocionado por la cirugía, porque sabía que por las hechas anteriormente podía darle la calidad de vida”, expresó Melville.

Aunque algunos investigadores no descartan que la macroglosia se desarrolla cuando un paciente pasa mucho tiempo acostado boca abajo para curar sus pulmones, la OMS no registra ese tipo de infección como un síntoma relacionado del COVID-19.

Tras la operación, Anthony  logró hablar y al poco tiempo pudo comer líquidos y sólidos blandos. Días después pudo celebrar el día de Acción de Gracias comiendo pavo y macarrones con queso.

Le recortan la lengua por rara condición, vinculada al coronavirus