El coronavirus del perro causa una enfermedad entérica caracterizada por fiebre, diarrea de color naranja y mal olor y en ocasiones vómito. Ataca principalmente cachorros jóvenes menores de 6 semanas. Generalmente la enfermedad es suave, a veces sin síntomas y los cachorros se recuperan fácilmente sin tratamiento. Se transmite entre perros por medio de la materia fecal, la cual es infecciosa durante 3 y 14 días, esta puede contaminar superficies, agua, alimentos y los perros se infectan al entrar en contacto con estos elementos.

Cuando los cachorros presentan diarrea y algún grado de deshidratación, el diagnóstico de esta enfermedad se puede hacer en cualquier clínica de pequeños animales y el resultado es rápido. El tratamiento se basa en la aplicación de electrolitos e hidratación y la recuperación de los cachorros es muy efectiva sin complicaciones.

El lugar donde se deposite materia fecal diarreica puede ser limpiado con agua y jabón y utilizar un desinfectante suave o hipoclorito de sodio.

Existen vacunas para el control de la enfermedad pero su uso es muy limitado debido a que la enfermedad es autolimitante, es decir, los cachorros se recuperan fácilmente sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en Colombia se consiguen las vacunas contra coronavirus canino, una de ellas es Vacuna Vanguard Plus 5 L4- CV (pentavalente + coronavirus) y la Vanguard Plus 5 (puppy + coronavirus).

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Coronavirus en los gatos

El coronavirus que afecta los gatos domésticos es de escasa presentación y cuando se reporta, generalmente es en lugares donde conviven varios gatos en un mismo lugar. El virus se transmite entre los gatos a través de la materia fecal. Los gatos infectados eliminan el virus por las heces por un tiempo indeterminado, a veces de por vida, la mayoría de los gatos permanecen sanos y algunos desarrollan una enteritis leve.

Este virus que se encuentra en el intestino del gato, dependiendo del sistema inmune, puede mutar o cambiar y convertirse en el virus que produce la peritonitis infecciosa felina. Esta mutación o cambio del virus entérico se ve favorecida por estrés, inmunodeficiencias, desnutrición, cirugías y el factor desencadenante es cuando se manejan muchos gatos en el mismo lugar. Los animales pueden desarrollar dos tipos de lesiones: piogranulomas y vasculitis.

La primera se caracteriza por la formación de nódulos o granulomas principalmente en el tejido nervioso central, ojos, riñones, hígado y pulmones. Esta forma de presentación se conoce como peritonitis seca.

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La forma donde se desarrolla vasculitis, hay lesiones y rupturas en los vasos sanguíneos y extravasación de líquidos y se denomina la forma húmeda o efusiva con la acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), cavidad torácica, pericárdica, y bolsa escrotal en los machos.

Los signos clínicos se caracterizan por fiebre intermitente que no responde a tratamiento con antibióticos, inapetencia, pérdida de peso y dificultad respiratoria y en algunos casos signos nerviosos como temblores, dificultad para caminar y conjuntivitis. La enfermedad progresa y el desenlace es fatal.

El diagnóstico de la enfermedad no es difícil ya que los síntomas son muy inespecíficos. Algunas veces se puede recurrir a una biopsia de tejidos afectados pero el animal se encontrará tan debilitado que es mejor dejarlo tranquilo. Si aparece acúmulo de líquido se puede tomar una muestra para practicar la prueba de Rivolta, que podría servir para confirmar el diagnóstico.

La toma de sangre para análisis hematológico para valorar la anemia, niveles de proteínas plasmáticas elevados y niveles altos de bilirrubina, pueden hacer sospechar que se trata de la peritonitis infecciosa pero no para confirmar el diagnóstico.

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No existe tratamiento para esta enfermedad y se recomienda en la mayoría de los casos practicar la eutanasia, es decir, el sacrificio de los animales.

Existen vacunas comerciales pero no han mostrado que sean efectivas para controlar o evitar la enfermedad.

La peritonitis infecciosa felina por coronavirus en los gatos no afecta al humano, es propia de los gatos únicamente y las personas pueden estar con las mascotas infectadas o enfermas sin ningún riesgo para la salud.

Recuerden que estas enfermedades producidas por coronavirus en perros y gatos, existen desde hace varios años y los humanos hemos convivido con las mascotas sin que nos veamos afectados por estos virus, por lo tanto dejemos el miedo y las prevenciones que no corremos ningún riesgo y no cometamos el error de abandonar las mascotas que tanto afecto y cariño nos brindan y que tanto nos necesitan. No sobra comentar que el COVID-19 que está ocasionando la pandemia actualmente no tiene nada que ver con los coronavirus de las mascotas.

Dr. Gustavo Arbeláez Rendón

MVZ, MSc, PhD

Profesor de cátedra de Enfermedades Infecciosas, UDCA y Uniagraria