En el laboratorio de patología química veterinaria de la Universidad de Caldas reciben las muestras de sangre animal que llegan del hospital veterinario y allí se hacen todas las pruebas hematológicas, bioquímica, hormonales, gases arteriales y de electrolitos de los pacientes. De este análisis se aprueban las muestras aptas para hacer transfusiones de sangre animal de la misma especie.

Este trabajo lo dirige Catalina López Villegas, especialista que asegura que las transfusiones sanguíneas se pueden hacer en todos los animales: perros, gatos, caballos y vacas.

En el laboratorio se consigue sangre entera con sus electrolitos o sus componentes como plasma fresco o plasma congelado, que usan cuando hay pérdida de proteínas en el cuerpo, o cuando hay fallas en la inmunidad los cachorros, potros y terneros, lo que afecta su desarrollo normal.

Los animales donadores de sangre lo pueden hacer sin ningún problema y lo podrá hacer muchas veces en su vida pero solo una por mes para evitar afectaciones a la salud.

López Villegas advierte que para ser receptor de sangre, depende de la condición del animal y la causa por la cual se le va hacer la transfusión.

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Requisitos para ser donante

El peso en el caso de un gato debe ser de 4 a 5 kilos, mientras que un perro debe pesar más de 20. En los dos casos deben tener vacunas al día, al igual que su esquema de desparasitación.

La sangre de los animales tiene una clasificación como la de los humanos y dependiendo de cada especie. El gato, por ejemplo, tiene 3, en tanto que el perro y el caballo tienen 8.

A un gato se le extraen de 50 a 100 mililitros. Para los perros, la donanción es de 500 mililitros.

Para hacer una hemoclasificación a las mascotas es costoso ($ 180.000). Lo que se hace son las pruebas de compatibilidad sanguínea. El recibir sangre entre animales por primera vez no tiene mayores complicaciones, pero la segunda requiere de muchos más cuidados.