De ahí que los investigadores en el mundo estén trabajando en las casusas y posibles remedios a este problema, así como se investigan otras afectaciones de corazón o pulmón, pues se ha evidenciado que ataca tanto a hombres como a mujeres.

En ese sentido, uno de los tipos de pérdida severa de cabello que se han asociado con la COVID-19 es la alopecia areata.

Según la Sociedad Brasileña de Dermatología, la alopecia areata es una enfermedad multifactorial que conduce a la caída del pelo de la cabeza u otras partes del cuerpo como la barba y las cejas, por ejemplo.

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“Es una agresión de los linfocitos que salen de la sangre, van a la piel y atacan a las células de los folículos pilosos. El cabello se va adelgazando, hasta que este deja de ser producido”, dijo Paulo Criado, miembro de esta sociedad.

Y agregó que “suele dejar un espacio vacío redondo, o varios espacios redondos que pueden juntarse, pero esta forma es la menos común. La más común es la caída difusa, que disminuye el volumen general del cabello”.

Características de la caída del cabello después del COVID-19

Una de las principales características de la alopecia areata es la caída en áreas redondas u ovaladas que dejan a la vista el cuero cabelludo.

Esta consecuencia puede afectar a hombres y mujeres. Es independiente de la edad y no es una enfermedad contagiosa. Tampoco deja cicatrices.

Según los estudios, todavía es pronto para determinar durante cuánto tiempo las personas se verán afectadas por esta condición, luego de experimentar episodio de COVID-19.

A lo largo de la pandemia, algunos estudios también han apuntado a la calvicie masculina como factor de riesgo para el coronavirus, dada la incidencia entre hombres con este problema capilar.

Otras investigaciones

Investigadores de universidades de Estados Unidos, México y Suecia han señalado que la caída del cabello en personas que se contagiaron de coronavirus representa un 25% de las secuelas del virus.

En esos estudios, que analizaron a cerca de 48.000 pacientes en total, aparecieron otros síntomas como la fatiga prolongada con el 58%; dolor de cabeza con el 44%; dificultad para la atención con el 27%; caída del cabello con el 25%, y dificultad para respirar con el 24%.