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Escrito por:  Óskar Ortiz
Redactor     Dic 11, 2025 - 11:22 am

Así como hay especial interés en noticias para pensionados, hay un ejercicio que se ha convertido en una auténtica tendencia para el cuidado de las rodillas de los adultos mayores y, obviamente, otras personas que puedan darle uso.

Caminar hacia atrás, conocido como ‘retro-walking’, está ganando atención como una forma innovadora de protección, por lo que varios especialistas y estudios empiezan a respaldar sus beneficios específicos para la salud articular. Así lo mostró el diario La Nación en un informe.

A diferencia de la caminata tradicional hacia adelante, dar pasos hacia atrás implica patrones de movimiento menos habituales que involucran intensamente grupos musculares clave, especialmente los cuádriceps, que son fundamentales para sostener y estabilizar las rodillas.

La razón por la cual este ejercicio puede ser tan valioso radica en la distribución de las fuerzas al caminar. Al apoyar primero la punta del pie y luego el talón (a diferencia del patrón usual talón-punta) se reduce la compresión en las articulaciones de las rodillas, lo que puede disminuir el impacto y ayudar a prevenir dolor y desgaste.

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Este cambio también estimula los músculos de forma diferente, promoviendo una mayor activación de los cuádriceps, que actúan como amortiguadores naturales para la articulación.

Un estudio publicado en el Journal of Orthopaedic Surgery and Research encontró que las personas con artrosis de rodilla leve a moderada que incorporaron el ‘retro-walking’ en su rutina durante seis semanas experimentaron mejoras importantes en la movilidad articular y reducciones significativas del dolor, en comparación con quienes continuaron con ejercicios convencionales.

Más allá del beneficio específico para las rodillas, caminar hacia atrás también exige mayor concentración, coordinación y equilibrio, lo cual puede traducirse en beneficios cognitivos y una mejor funcionalidad general.

Según especialistas de la Cleveland Clinic, este ejercicio también favorece la flexibilidad de los flexores de la cadera, músculos que contribuyen a la estabilidad pélvica y a una alineación corporal adecuada, elementos clave para prevenir lesiones y mejorar el movimiento diario.

Otra ventaja es que el ‘retro-walking’ es de bajo impacto, adaptable a distintos niveles de condición física y puede hacerse en entornos variados, como parques o incluso sobre una cinta de correr en casa.

Su práctica regular también eleva la frecuencia cardíaca más que la caminata hacia adelante, lo que mejora la circulación y el acondicionamiento cardiovascular, aspectos importantes para el bienestar integral de personas mayores.

En esencia, este ejercicio representa una alternativa segura y accesible para quienes buscan fortalecer y proteger sus articulaciones sin someterlas a cargas excesivas, especialmente cuando los problemas osteoarticulares se vuelven más comunes con la edad avanzada.

¿Cómo cuidar las rodillas para evitar lesiones?

Cuidar las rodillas es fundamental para prevenir lesiones, especialmente a medida que aumenta la actividad física o con el paso de los años.

La articulación de la rodilla soporta gran parte del peso del cuerpo y depende del equilibrio adecuado entre músculos, ligamentos y movimiento. Varias instituciones de salud recomiendan hábitos y ejercicios que ayudan a mantenerla fuerte y estable.

Para evitar lesiones, es clave fortalecer los músculos que rodean la rodilla, en especial cuádriceps, isquiotibiales y glúteos. Según Mayo Clinic, el fortalecimiento muscular disminuye el estrés sobre la articulación y reduce el riesgo de dolor y desgaste.

También se aconseja ejecutar estiramientos regulares para mejorar la flexibilidad y evitar tensiones excesivas en los tendones que estabilizan la pierna.

Otro aspecto importante es mantener un peso saludable. La Cleveland Clinic explica que cada kilo extra ejerce un impacto significativo en las rodillas durante actividades como caminar o subir escaleras, aumentando la probabilidad de artrosis y lesiones.

Estas son algunas recomendaciones prácticas para el cuidado diario:

  • Fortalecer cuádriceps y glúteos con ejercicios como sentadillas ligeras o elevación de piernas.
  • Hacer estiramientos diarios para mantener la flexibilidad muscular.
  • Usar calzado adecuado con buena absorción de impacto.
  • Evitar superficies muy duras al correr o hacer ejercicio.
  • Mantener un peso corporal saludable.
  • Incrementar la actividad física de manera progresiva sin sobreexigirse.

Cuidar las rodillas implica combinar fuerza, flexibilidad, buena técnica y hábitos saludables. Con estas pautas, es posible reducir significativamente el riesgo de lesiones y conservar una movilidad óptima a largo plazo.

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