Hablar varios idiomas está emergiendo como una estrategia sorprendente para proteger el cerebro frente al deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
Un estudio internacional publicado en la revista Nature Aging por investigadores como Agustín Ibáñez, Hernán Hernández, Lucía Amoruso y demás colaboradores, examinó los datos de 86.149 personas de entre 51 y 90 años en 27 países europeos.
Los autores explican que cuanto mayor es el número de lenguas que una persona domina, mayor es el efecto protector. “Sabíamos que el lenguaje también está relacionado con el envejecimiento y decidimos combinar ambos estudios”, afirmó Hernández, neurocientífico chileno, en conversación con el diario El País de España. “No solo se gana un beneficio, sino que el monolingüismo aparece como un factor de riesgo”, remarcó el experto.
En el estudio, se estimó la llamada “brecha de edad bioconductual”, es decir, la diferencia entre la edad cronológica de una persona y la edad que su sistema cognitivo y funcional revela.
Los investigadores concluyeron que el multilingüismo se asocia con una edad biológica más joven, y con mayor capacidad funcional frente al paso del tiempo.
Para explicar ese resultado los autores señalan que usar múltiples idiomas implica activar redes cerebrales vinculadas a atención, memoria, inhibición y flexibilidad cognitiva, campos precisamente vulnerables al avance de los años.
“Cuando hablas varios idiomas, todos están activos al mismo tiempo. Para usar uno tienes que inhibir los demás. Esa operación mantiene activas las redes de control ejecutivo y atencional, justamente las que empiezan a declinar con la edad”, señaló Lucía Amoruso, neurocientífica del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje.
Más allá de los mecanismos neurológicos, los investigadores sugieren que existe un beneficio adicional de tipo social y funcional: gestionar varios idiomas implica mayor interacción, mayor desafío cognitivo continuo y mantenimiento de tareas complejas a lo largo de la vida. Esto causa lo que se llama “reserva cognitiva”, un mecanismo que permite retrasar el impacto del envejecimiento en el cerebro.
En consecuencia, el aprendizaje y uso habitual de varios idiomas no solo se presenta como un privilegio cultural o comunicativo, sino como una inversión para la salud cerebral. Como sintetiza el estudio: “El multilingüismo actúa como un gimnasio mental”.
¿Cómo aprender varios idiomas gratis y fácil?
Aprender varios idiomas de forma gratuita y sencilla es totalmente posible si se combinan buenos recursos con hábitos consistentes. Esta es una guía práctica para comenzar:
- Usar aplicaciones gratuitas que hagan el aprendizaje dinámico y entretenido. Por ejemplo, la app Duolingo permite aprender decenas de idiomas en formato tipo juego, “gamification that makes learning dynamic and fun”.
- Buscar cursos online gratuitos: la web Open Culture ofrece acceso a lecciones en distintos idiomas sin coste, lo que permite estudiar de forma autónoma.
- Incorporar intercambio de idiomas con hablantes nativos para practicar conversación, lo que mejora fluidez y motivación. Aplicaciones como HelloTalk facilitan conectar con personas de otras lenguas.
- Definir metas claras: decidir qué nivel se quiere alcanzar, por ejemplo “mantener una conversación básica en tres meses”.
- Establecer rutina diaria: dedicar incluso 10-15 minutos al día puede marcar una gran diferencia si se es constante.
- Mezclar recursos: combina apps, videos, podcasts, intercambio oral y lectura ligera para cubrir vocabulario, gramática y escucha.
- Emplear temporizadores cortos: herramientas como Drops usan lecciones de 5 minutos al día para que el aprendizaje no sea pesado.
- Escuchar la lengua objetivo mientras se hacen otras actividades: subir volumen y prestar atención a frases clave ayuda a acostumbrar al oído.
- Apuntar nuevo vocabulario en tarjetas-memoria o usa sistemas de repetición espaciada (como la estrategia de ‘flashcards’) para memorizar de forma efectiva.
- No temer a equivocarse: el intercambio con nativos permitirá cometer errores y corregirse, lo cual es parte del aprendizaje.
- Mantener la motivación: selecciona contenido que guste (canciones, series, vídeos) en la lengua que aprendes para que practicar sea un placer, no una obligación.
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