El padre de la actriz era un músico al que se le daba muy bien cocinar, y por esto, ella aprendió a disfrutar de la comida casera y a prepararla para alimentarse de una forma saludable, a darle a su cuerpo justo lo que necesita, como aseguró en la más reciente edición de la revista Fit.

De su padre también aprendió a comer frutas, pero no mezclarlas como se hace normalmente en las ensaladas, y además de esto, consumirlas en las primeras horas del día.

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Como muchos, Marcela también peca, pero para ella la comida no es otra cosa que el disfrute, no cuenta las calorías que se va a comer, piensa más en saborear una que otra pizza o hamburguesa los fines de semana junto a Emiliano Pernía, hijo que tuvo con el también actor Gregorio Pernía.

Entre semana es cuando más se cuida; de hecho, como mencionó la revista, maneja una dieta más que todo vegetariana, lo que en el mundo de la alimentación llaman ‘flexitariano’.

Y como Mar no es extremadamente estricta con su alimentación, se atrevió a compartir con los lectores lo que llama “El menú para alimentar el alma”:

Apenas se despierta: agua tibia con una cucharada de vinagre de cidra.

Desayuno: jugo verde.

Preentreno: avena en hojuelas con leche de almendras, acompañada de alguna fruta o té.

Después de entrenar: un vaso de batido con alguna proteína.

Almuerzo (el preferido): lentejas, arroz y ensalada.

Onces: nueces.

Para cerrar el día (cena): pechuga de pollo asada y ensalada.