Probablemente será una aplicación vía retal, tranquilisima, rapidísima, de dos o tres minutos por día, con un catéter delgado y eso da un resultado excelente”, dijo Moraston el martes en una transmisión en vivo Morastoni, citado por Globo.

El alcalde de Itajaí levantó  polémica al anunciar que su ciudad se había postulado oficialmente para formar parte de la nueva fase del estudio, por lo que tuvo que aclarar que solo entrarán en el test personas que dieron positivo para COVID-19 y que estén de acuerdo con la prueba, explica el mismo medio.

La explicación del alcalde, quien es pediatra y tiene especialización en salud pública, de cómo se realizaría la aplicación rectal del ozono ーque es una de la vías para ser suministrado en pacientes, además de la venosa y la intramuscularー provocó una reacción jocosa y hasta peyorativa del asunto en las redes sociales, que se invadieron de memes al respecto.

Sin embargo, Arnoldo de Souza, presidente de la Asociación Brasileña de Ozonoterapia (Aboz), cree que esta sería una buena oportunidad para encontrar otro tratamiento contra el coronavirus, por lo que quieren iniciar ese estudio para comprobar su eficacia.

“Lamentamos que la utilización de una técnica tan seria y respetada en todo el mundo, principalmente en Europa y en países como Alemania, donde surgió, sea objeto de chistes con prejuicio”, señaló la Aboz en un comunicado.

La Aboz recordó que Canadá, China, México, Cuba y 23 estados de EE. UU. utilizan la ozonoterapia para el tratamiento de ciertos tipos de enfermedades y, en el caso del precursor Alemania, hasta llega a ser subsidiado por el gobierno. España e Italia ya tienen estudios similares con uso de ozono para el coronavirus.

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“Sin efectividad de tratamientos propuestos para la COVID-19 y viendo que el ozono ha sido eficaz con otras enfermedades, partimos de sus estudios avanzados en Alemania como agente complementario valioso en la actual pandemia”, comentó a Efe de Souza.

El proyecto de investigación fue presentado por la entidad a finales de marzo, en el inicio de la pandemia, y en julio recibió la homologación del Comité Nacional de Ética en Investigaciones del Ministerio de Salud de Brasil para pasar a la etapa de pruebas con grupos de pacientes específicos.

El coordinador del estudio explicó que las primeras pruebas “en un ambiente seguro” deberán comenzar con dos grupos de 71 personas, cada uno, que serán comparados con una proporción igual de pacientes no tratados con ozono, pero que todos recibirán el tratamiento convencional con diferentes medicamentos.

El primer grupo será de pacientes hospitalizados con síntomas leves, no con los que estén en unidades de cuidados intensivos (UCI), a quienes se les suministrará el ozono por vía venosa o intramuscular, y el segundo, con aplicación rectal, reunirá a los de tratamiento ambulatorio con acompañamiento médico en sus casas.

Es una terapia rápida simple, y barata. No hay intereses comerciales en el ozono y si en un año (plazo para los resultados definitivos) probamos que es efectivo ese ahorro puede servir para enfrentar la falta de inversiones para infraestructura en salud”, concluyó el especialista.