La dependencia emocional puede traer grandes problemas en una relación amorosa, y es que el término ‘tóxico’ se ha convertido en el ideal para describir a aquellas personas que provocan un desgaste emocional y físico por actitudes de celos y necesidad de atención constante.

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Recientemente un hombre llamado Andrés decidió contar su amorío toxico que paso completamente los límites. Hace aproximadamente 4 o 5 años tuvo una relación sentimental con una joven, ‘Cata’, como la nombró el joven para no revelar su identidad lo sigue buscando a pesar de que su relación termino hace tanto tiempo.

Andrés contó que durante cerca de dos años mantuvo una buena relación con ‘Cata’, hasta que todo comenzó a cambiar, convirtiéndose ella en una persona posesiva y muy controladora. Él trabajaba como auxiliar de enfermería por lo que su atención constante al trabajo le demandaba mucho tiempo, pero ‘Cata’ no comprendía la situación, por lo que le llamaba insistentemente, además de pedirle fotos de prueba para saber dónde estaba.

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Pero esto no se compara con lo que paso después. ‘Cata’ comenzó a llamar a la empresa donde trabajaba Andrés para hacer que lo despidieran a punta de mentiras, inventando que él se robaba cosas del trabajo, que era borracho, drogadicto y que incluso era grosero y agresivo.

Ante la toxicidad de la mujer Andrés intentó terminar la relación, pero ‘Cata’ no quería, y es que incluso lo llego a amenazar de muerte mientras trabajaba, por lo que Andrés no tuvo más alternativa que denunciarla ante la Fiscalía.

 

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Después de un tiempo, ‘Cata’ por fin dejó de martirizar al joven, aunque no por mucho tiempo. Después de 4 meses de tranquilidad, la mujer comenzó a perseguir a Andrés hasta en los baños, insultándolo en la calle, además de manifestarle que quería estar con él, a pesar de que ella ya tenía una nueva pareja.

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Por ahora, el joven afirma que las cosas aun no acaban y que a veces tiene que ver a ‘Cata’ en las diligencias judiciales que tengan que hacer.

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