Wright está escribiendo un diario, en medio de la pandemia generada por el COVID-19, para la cadena BBC, donde relata los hechos más difíciles, curiosos o alegres que vive en su día a día en el hospital Bradford Royal. En esta oportunidad no pudo ocultar su tristeza por este hecho.

Aunque no fue él el que presenció el suceso, la enfermera Sophie Bryant-Miles le contó todo con lujo de detalles.

Sophie se enteró que de la novia del paciente, que sufría de varios trastornos médicos además del coronavirus, estaba en el hospital y que había contado a otras enfermeras que a pesar de llevar 15 años de novios, nunca tuvieron ni el dinero ni el tiempo para casarse, publica el medio británico.

A la enfermera que le contó la dramática historia al doctor Wright se le ocurrió la idea de llamar al sacerdote del hospital, Joe Fielder, para que casara a esa pareja que atravesaba tan difícil situación.

Aunque Fielder dijo que no podía oficiar una boda legal, sí se animó a hacer una ceremonia similar a una boda. Cuando el religioso llegó, Sophie ya tenía hechos unos anillos con papel aluminio y contactó a la hija de la pareja por videollamada para que estuviera ‘presente’, detalla BBC.

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“Fue un servicio realmente hermoso, y Joe estuvo brillante. Imprimió folletos con los nombres y todos los himnos y oraciones que íbamos a decir, todo. La novia se mostró completamente comprensiva sobre el hecho de que todos debíamos estar totalmente vestidos con trajes protectores y que el paciente tendría que usar una mascarilla. Aún así, todos se mostraron entusiasmados con lo que estaba ocurriendo”, relata la enfermera en el diario de John Wright.

Luego de decir que sí aceptaban ser marido y mujer, todos los presentes se tomaron una foto, por pedido de la pareja, y hasta se repartió pastel para que “pareciera un matrimonio real”, indica la cadena inglesa.

Ella sabía que él tenía solo unas horas más de vida, y creo que ambos sentían que esto sería lo último que podrían hacer juntos. Al menos tendrían este recuerdo final juntos. Creo que todos estábamos llorando”, agregó Sophie Bryant-Miles en el diario de la BBC.

Lastimosamente, horas más tarde el hombre falleció, dejando un sabor agridulce a todos en el hospital Bradford Royal. Pues aunque sabían que habían hecho una buena acción, tenían una mínima esperanza de que el paciente no muriera, finaliza ese medio.