
El reconocido rapero Sean ‘Diddy’ Combs se encuentra en el centro de una controversia legal, luego ser acusado de estar involucrado en actividades ilícitas que incluyen crímenes sexuales y extorsión.
Estos hechos, según informes de NBC, se habrían producido desde 2008 en eventos organizados por el artista denominados ‘freak off’, durante los cuales se indica que los trabajadores sexuales eran inducidos a trabajar bajo efectos de sustancias ilegales.
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Un reciente allanamiento a la residencia de Combs por autoridades policiales reveló la presencia de drogas y material audiovisual que documentaba las fiestas. Además, se encontraron más de mil botellas de productos como aceite para bebé y lubricantes, junto a armamento significativo que incluía tres rifles AR-15 y diversas municiones.
La polémica no se detiene allí. En 2014, para una fiesta de cumpleaños de Meek Mill, amigo del rapero y también cantante, Combs alquiló un lujoso palacio. Al día siguiente del evento, el propietario Jason Haight describió el lugar como “asqueroso” con evidencias de destrucción y desorden que incluían botellas de alcohol rotas, condones usados y sangre en la ropa de cama.
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El relato de Haight, detallado en el Daily Mail, también mencionó el hallazgo de prendas íntimas y dispositivos electrónicos en los jardines del inmueble. Además, videos del evento mostraron a bailarinas exóticas y consumo de alimentos de manera poco convencional, detalles que destacaron la extravagancia y la desinhibición de las celebraciones promovidas por Combs.
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Las implicaciones de estos actos son severas para el rapero, quien ahora enfrenta múltiples demandas. Según las acusaciones, además de los ya mencionados crímenes, se hacían estas fiestas.
Estos eventos y las siguientes investigaciones han desencadenado un escrutinio público y legal que amenaza no solo la carrera artística de Combs, sino también su imagen y finanzas personales. Los detalles continúan emergiendo mientras las investigaciones siguen su curso y más testigos y pruebas salen a la luz.
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