Durante las últimas 4 décadas, el empresario —que nació en Estados Unidos y tiene raíces irlandesas— donó esa fortuna “a organizaciones benéficas, universidades y fundaciones de todo el mundo”, por medio de su fundación, Atlantic Philanthropies, informó Forbes.

De acuerdo con la revista, el multimillonario reservó 2.000 millones de dólares para su retiro y el de su esposa, es decir que “donó un 375.000% más de dinero que su patrimonio neto actual”.

Feeney hizo “todo lo posible” por mantener sus donaciones en secreto, de ahí que el medio lo describa como un hombre de perfil bajo; de hecho, según Forbes, el hombre es tan modesto que vive en un apartamento de San Francisco (EE. UU.) “que tiene la austeridad de un dormitorio universitario”.

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La revista señaló que cuando las donaciones de este multimillonario salieron a la luz, su generosidad inspiró a Bill Gates y a Warren Buffett (empresario estadounidense) a lanzar una iniciativa que invitaba a los más ricos del mundo a donar una buena parte de su dinero.

En el caso de Feeney, él donó plata a la Fundación de la Universidad de Limerick, al Fondo de Educación de la Universidad de la Ciudad de Dublín y a la Fundación de la Universidad de Cork, entre otras causas educativas en Irlanda, recoge The Irish Times.

En ese país, según el mismo medio, el hombre también entregó dinero a hospitales y organizaciones de beneficencia para niños.

A nivel internacional, el multimillonario —que cree en la filosofía de “dar mientras se vive”— ayudó a modernizar el sistema de salud de Vietnam y a transformar la Isla Roosevelt “en un centro de tecnología”, concluyó Forbes.