El tribunal indicó que Karbaat alcanzó a inseminar a las madres de 49 personas. A esta cifra hay que sumarle la de sus 22 hijos biológicos que tuvo en sus 3 matrimonios. 

Esto lo convierte en el padre de al menos 71 holandeses entre los cientos de personas nacidas por inseminación artificial que están reclamando que el tribunal les permita hacerse la prueba de ADN para salir de dudas.

Tim Bueters, abogado del grupo que confirmó hoy su relación biológica con el médico, aseguró que los afectados están “satisfechos de poner fin a años de incertidumbre” porque tanto Karbaat como su esposa se negaron a facilitar la realización de las pruebas por miedo a que reclamaran la herencia.

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El juez advirtió que la viuda y sus herederos no pueden reclamar ahora que se respete el anonimato del doctor Karbaat.  

En una entrevista en 2016, Karbaat afirmó que mezclaba el semen de varios donantes porque eso aumentaba la posibilidad de que la paciente quedara embarazada. 

Sin embargo, siempre rechazó someterse a las pruebas de ADN para comprobar las sospechas y calificó a las demandantes de “madres insatisfechas con el resultado” de la inseminación.