Alfredo Javier Romero Miranda, un peruano, de 40 años, residenciado en el departamento en Génova, en el noroeste de Italia, resultó asesinado por uno de sus vecinos.
El migrante se encontraba festejando la llegada de su bebé y disfrutando de un partido de la Liga de Campeones entre Liverpool y Napoli, y cuando iba de regreso a su casa con un amigo, su vecino, Evaristo Scalco, de 63 años, le reclamó por la bulla que hacía.
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En vista de que Romero y su acompañante hicieron caso omiso, Scalco tomó un arco que guardaba en su apartamento y disparó una flecha a los hombres, reseñó el medio de comunicación local Il Messaggero.
El agresor habría usado una flecha de punta de acero, generalmente, utilizada para matar jabalíes, con la que hirió mortalmente al peruano.
El trabajador de la construcción fue trasladado de urgencia al hospital, pero murió en la mesa de operaciones después de horas de agonía por tener un hígado perforado.
Alfredo Javier había vivido en Italia durante unos 20 años, y los testigos le dijeron al periódico que Scalco le había lanzado insultos racistas.
El italiano le dijo a la Policía: “Miré hacia afuera y vi a un grupo de personas orinando, les grité, pero no me hicieron caso, agarré el arco y disparé, pero no quise matar a nadie”.
Scalco, un artesano que trabaja en el sector de la construcción de embarcaciones, fue acusado de asesinato y se encuentra en prisión preventiva. Las autoridades allanaron su casa e incautaron aproximadamente 60 flechas y tres arcos.
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