Para muchas personas la jubilación es uno de los momentos más felices de su vida. A diferencia de un anciano que tuvo que recurrir a una colecta hecha por un extraño para financiar su retiro de la vida laboral, el ciudadano italiano de esta historia ya tenía todo acordado desde hace años.
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Hombre que se iba a jubilar, murió el último día de trabajo en su oficina
Michele Barco llegó a la empresa de confección en la que laboraba, ubicada en la provincia de Padua, en Italia, con la ilusión de que ese día sería el punto final a más de 30 años de trabajo.
Sus compañeros de trabajo prepararon una celebración para despedirlo con postres y tragos. De hecho, Barco llevó a la oficina algunas botellas a la empresa para brindar pos su último día de trabajo.
En medio del festejo y segundos antes de hacer el brindis con sus colegas, el hombre se desplomó en el suelo. De inmediato, llegaron los paramédicos y luego de atenderlo concluyeron que Barco había muerto, al parecer, por un ataque al corazón.
Lo que era la celebración del último día de trabajo del festejado pasó a ser el último de su vida. Ante la dolorosa situación, los directores de la empresa suspendieron las operaciones para rendirle un homenaje silencioso.
Barco no se casó ni tenía hijos, pues vivía con su madre Gabriella, tres hermanas y un hermano, en Piazzola, Italia. Sus familiares revelaron que el hombre nunca presentó antecedentes coronarios e incluso dijeron que estaba en buenas condiciones de salud.
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