Cuando esa piedra llegó a manos de Abraham, de Mississauga (Canadá), él intuyó que tal vez tenía un valor, por lo que consultó con expertos. Ellos le confirmaron que se trataba de una valiosa perla de unos 1.000 años de antigüedad que podría costar entre 60 y 90 millones de dólares, informó CBC.

Los expertos también le manifestaron que la piedra, de 27,65 kilos, pesaba cuatro veces más que la Perla Lao-Tzu, que hasta hace poco era considerada como la perla natural más grande del mundo, indicó el medio.

El canadiense le contó a ese portal que la valiosa piedra llegó a su familia en 1959: en ese año, su abuelo visitó a una tía que vivía en Manila (Filipinas) y le llevó como regalo una almeja gigante, algo que era costumbre en ese país.

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El hombre añadió que su abuelo obtuvo la perla tras comprarle la almeja a un pescador en  Camiguin, una isla “que está rodeada por volcanes y aguas turquesas”, señaló el portal.

Tras descubrir el verdadero valor de la piedra, Abraham no pensó en venderla, sino en exponerla al público. “Creo que el mundo debería saber que existe”, aseguró el canadiense a CBC, y concluyó que espera encontrar un museo para exhibirla.

En el siguiente video podrás ver con detalle la perla: