
La ciberdelincuencia se ha vuelto parte del día a día. Cada vez es más común recibir llamadas o mensajes sospechosos que prometen viajes a precios irrisorios, créditos milagrosos o promociones engañosas de seguros y planes de hogar. Lo que pocos imaginan es que estos fraudes pueden escalar a niveles inimaginables, como terminar con miles de vehículos registrados a nombre propio sin haberlos adquirido.
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Eso fue exactamente lo que le ocurrió a Christian, un jubilado francés cuya vida cambió drásticamente tras ser víctima de suplantación de identidad. Según informó el diario francés TF1, Christian lleva más de un año y medio enfrentando una pesadilla legal y emocional: ha recibido más de 200 multas de tránsito por infracciones que jamás cometió.
Lo más alarmante es la forma en que se enteró del fraude. Un día comenzó a recibir notificaciones oficiales y llamadas de comisarías desde distintos puntos de Francia. Fue entonces cuando descubrió que, sin saberlo, figuraba como propietario de más de 3.000 automóviles, como si fuera dueño de una enorme empresa automotriz.
“Estoy al borde del colapso. No puedo dejar de pensar en esto, ni de día ni de noche. Me despierto repasando mentalmente lo que pasó durante el día. Me está consumiendo”, relató el hombre, visiblemente afectado, durante una entrevista con el noticiero.




Multas sin fin y un sistema que no responde
La situación de Christian se ha vuelto insostenible. Recibe sanciones de tráfico prácticamente todos los días y debe pasar buena parte de su tiempo en impugnaciones formales para evitar que las deudas sigan acumulándose. En una de las llamadas, exasperado, expresó: “Hoy tengo 180 multas que no me pertenecen y nadie hace nada. Me siguen llegando más. ¿Qué se supone que debo hacer?”. La respuesta de las autoridades siempre es la misma: “Debe esperar la respuesta del oficial del Ministerio Público”.
Thomas, un agente especializado en ciberdelitos en Normandía, explicó al medio que este tipo de casos son cada vez más comunes debido a la facilidad con la que los delincuentes acceden a bases de datos vulnerables. “Con unos pocos clics, se pueden obtener datos personales de miles de personas. Lo más grave es que muchas ni siquiera saben que su información está circulando libremente en internet”, advirtió.
¿Qué hacer si le suplantan la identidad en Colombia?
En Colombia, quienes sospechen que han sido víctimas de suplantación de identidad deben actuar de inmediato. Las autoridades competentes, como la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, disponen de canales en línea para reportar este tipo de delitos.




Además, si el caso implica el uso indebido de datos personales, la Superintendencia de Industria y Comercio puede intervenir. La entidad es la encargada de verificar que las organizaciones responsables del tratamiento de información personal hayan actuado conforme al régimen de protección de datos vigente. Para ello, se puede presentar una denuncia formal para que la Superintendencia determine si hubo vulneración de derechos.
La historia de Christian es una advertencia clara sobre los riesgos del mundo digital. En un contexto en el que la información circula con facilidad y los fraudes digitales aumentan, la protección de los datos personales y la denuncia oportuna se vuelven herramientas fundamentales para prevenir tragedias legales como la suya.
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