Como lo señala la página web de la empresa para poder llevar a cabo esta misión del futuro los creadores tuvieron que trabajar en un ambiente de gravedad cero en donde servir líquido en un vaso es imposible.

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Es por esto que las botellas cuentan con una tecnología que convierte el dióxido de carbono de la champaña en un anillo de burbujas que después se transforma en una gota flotante de espuma perfecta para atrapar con una copa especial.

Este proyecto se realizó junto a Spade, una agencia nueva especializada en diseño espacial, que también se encargó de crear las copas y de darle un nuevo aire a las celebraciones.