Su nieta Brigitte, fotógrafa de profesión, le organizó una sesión de fotos sorpresa, contó en su blog, con globos de colores y serpentinas. La señora creía que la iban a invitar a comer, pero fue llevada a un estudio de fotografía.
En el lugar, vestida como una niña (con una tiara y un tutú), le ofrecieron un desayuno especial, compuesto de magdalenas, café y champaña.
Después, la mujer y su hermano dieron paso al ‘cake smash’, una celebración de cumpleaños conocida en varios países, como Australia. De acuerdo con Hello Giggles, esta es diseñada, usualmente, para niños de un año. Ellos son vestidos con su “traje de fiesta más hermoso y motivados a destruir una bella torta, es decir, comérsela con las manos o meterle toda la cara”.
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Así que, mientras era grabada y fotografiada, la abuela comió un poco del pastel de esa forma. En su blog, la fotógrafa aclaró que ella no metió la cara en la torta, pero se la untó a su nieto.
Asimismo, tomó champaña por primera vez, según Brigitte, y posó con el número 90, que representaba su cumpleaños y un letrero que decía ‘Salud, pe…”. La escena divirtió tanto a la señora como a sus nietos.
La fotógrafa divulgó el momento especial en su cuenta de Facebook y fue todo un éxito. No solo se viralizó con más de un millón de reproducciones, sino que conmovió a muchas personas.
Además, algunas dijeron que les llamaba la atención celebrar el cumpleaños de sus abuelas como Brigitte, y otras aseguraron que la anciana les recordó a sus ‘nanas’.
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