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El reciente hito alcanzado en el Hospital Universitario de Guangzhou, donde un equipo de investigadores realizó un xenotrasplante de pulmón de cerdo a un humano, ha capturado la atención de la comunidad médica internacional. Tal procedimiento marca un avance notable en el trasplante de órganos entre especies diferentes, conocido científicamente como xenotrasplante. Según el estudio publicado en Nature Medicine, el pulmón izquierdo porcino, modificado genéticamente mediante la herramienta de edición CRISPR (Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas), fue implantado en una persona de 39 años en estado de muerte cerebral, logrando funcionar durante nueve días, un periodo sin precedentes en este campo. Este ensayo exploratorio representa un paso fundamental para abordar la escasez crónica de órganos para trasplante.
Aunque el xenotrasplante de órganos como riñones, corazones o hígados ha mostrado resultados prometedores en modelos preclínicos y en procedimientos metabólicamente menos demandantes, los pulmones plantean retos mayores. Su estructura anatómica, su función esencial en el intercambio gaseoso y el contacto directo con el ambiente exterior aumentan la vulnerabilidad a infecciones y a episodios de rechazo inmunológico. De acuerdo con la publicación, el pulmón de cerdo fue editado en seis genes para reducir la activación inmunitaria humana, lo que retrasó significativamente el rechazo hiperagudo —una respuesta inmediata y devastadora del sistema inmune—, aunque no consiguió evitar el daño pulmonar temprano asociado a la lesión por isquemia-reperfusión, una complicación también presente en trasplantes pulmonares convencionales.
Durante los nueve días de observación, el órgano mostró signos de edema (acumulación de líquido), que los expertos interpretan como una respuesta inflamatoria grave, similar a la disfunción primaria que puede complicar cualquier implante pulmonar. A pesar de emplear inmunosupresión intensiva, surgieron episodios de rechazo mediados por anticuerpos, especialmente en los primeros seis días, seguidos de una recuperación parcial. Esto resalta la necesidad de desarrollar nuevas estrategias para controlar el rechazo y optimizar la funcionalidad del órgano, elementos clave que actualmente limitan el alcance clínico de este tipo de intervenciones. Rafael Matesanz, reconocido especialista en trasplantes y fundador de la Organización Nacional de Trasplantes en España, señalan que este logro debe verse como una pequeña pero significativa puerta abierta hacia el futuro, aunque advierte que persisten incógnitas técnicas cuando el paciente receptor conserva parte de sus propios pulmones.
El fondo histórico y técnico del xenotrasplante lleva décadas de desarrollo como posible solución al déficit global de órganos. Organismos reguladores como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y asociaciones internacionales especializadas advierten que, junto a la respuesta inmunológica, preocupa la posible transmisión de virus animales y los dilemas éticos de la manipulación genética, problemáticas que requieren escrutinio científico y social constante. La edición genética con CRISPR ha permitido eliminar genes porcinos incompatibles, pero perfeccionar estos métodos es imprescindible antes de considerar la alternativa en humanos vivos que aguardan un trasplante pulmonar.




Otro desafío radica en que el pulmón, al estar en contacto continuo con el aire, es más susceptible a infecciones. Según análisis publicados en The Lancet Respiratory Medicine, la protección inmunológica pulmonar es más compleja que en otros órganos, requiriendo enfoques terapéuticos específicos para evitar infecciones graves, especialmente en un contexto de inmunosupresión intensa. Por ello, el desarrollo de inmunosupresores más selectivos y el monitoreo riguroso son tareas pendientes para prevenir complicaciones fatales.
Las implicaciones de este avance científico son considerables: se abre la posibilidad de ampliar la fuente de órganos disponibles para pacientes críticos que enfrentan largas esperas. No obstante, como subrayan los estudios clínicos y preclínicos más recientes, falta recorrer un camino extenso que incluye ensayos más largos, evaluaciones exhaustivas de biocompatibilidad y calidad de vida, y debates sociales sobre la aceptabilidad ética y legal de la tecnología. Así, el xenotrasplante pulmonar se perfila como una frontera emergente en la medicina regenerativa y traslacional, llena de promesas pero también de enormes retos aún por resolver.
Preguntas frecuentes relacionadas
¿Qué es la lesión por isquemia-reperfusión y por qué afecta a los trasplantes pulmonares?
La lesión por isquemia-reperfusión es un fenómeno que ocurre cuando un órgano trasplantado, que ha permanecido sin oxígeno durante el traslado o preparación, vuelve a recibir flujo sanguíneo. Este proceso puede desencadenar una respuesta inflamatoria exagerada y daño celular, causando edemas y reduciendo la viabilidad del injerto. En los pulmones, debido a su delicada estructura y el papel crucial en el intercambio gaseoso, esta lesión es especialmente severa. Por ello, prevenirla es un objetivo clave en todos los trasplantes pulmonares, y representa uno de los principales obstáculos a superar en el contexto del xenotrasplante.
En el estudio realizado en el Hospital Universitario de Guangzhou, la aparición del edema pulmonar severo y signos de disfunción primaria del injerto a las 24 horas reflejan justamente el impacto de la lesión por isquemia-reperfusión. Esto subraya el desafío adicional que enfrentan los pulmones trasplantados provenientes de especies diferentes y la necesidad de innovar en técnicas de preservación y protección del órgano durante el procedimiento.
¿Cuáles son los principales riesgos éticos del xenotrasplante de órganos animales en humanos?
El xenotrasplante plantea cuestiones éticas complejas relacionadas con el bienestar animal, la introducción de modificaciones genéticas, la posible transmisión de enfermedades de animales a humanos (zoonosis), y los límites que la sociedad está dispuesta a aceptar en la búsqueda de soluciones biomédicas. Las regulaciones internacionales y la opinión pública desempeñan un papel central a la hora de decidir hasta dónde avanzar en la aplicación clínica de estos procedimientos.
Adicionalmente, el uso de animales genéticamente modificados invita a una reflexión sobre el valor de la vida animal, los derechos de los pacientes a recibir tratamientos innovadores y la necesidad de transparencia en la investigación científica. Según revistas como Bioethics Journal, la discusión ética y legal debe acompañar cada avance técnico para asegurar una práctica médica responsable que equilibre beneficios y riesgos para todas las partes involucradas.
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