Hace unos años, The New York Times afirmó que “ninguna profesión en el mundo estaba tan identificada con la comida como el trabajo policial con las donas”.  En medio de entrevistas con oficiales reales, el artículo cita un video del humorista David Letterman, Los Simpson y una canción de Ice Cube como prueba.

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Para entender el amorío entre la policía y las donas, es necesario remontarse a mediados del siglo XX.

Para esa época los oficiales de policía que trabajaban para el turno de la noche necesitaban un lugar para estacionar su automóvil, recargar energías con cafeína y azúcar, y tal vez completar unos documentos o hacer una llamada de emergencia.

Debido a que las tiendas de donas tenían que permanecer abiertas hasta tarde preparando los insumos para el día siguiente, comenzaron a ser frecuentadas por los oficiales de un momento para otro, explica Michael Krondl en su libro The Donut.

Las cadenas que comenzaron a consumir la noche fueron Krispy Kreme y Dunkin’ Donuts, de modo que para finales de los 50, ambas cadenas ya tenían instaladas en la mitad del país franquicias amigables con los policías

 Tener oficiales en los alrededores de las tiendas de Donas hizo que los trabajadores y los clientes se sintieran seguros, por eso su popularidad en la época y hoy en día”, citó Krondl en su libro.

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En ese entonces, muchos trabajadores de las cadenas de donas se acercaban a los oficiales para regalarles una de las rosquillas para tenerlos cerca en la noche y evitar cualquier situación de peligro, naciendo así una tradición que se conservará por muchos años.