“La próxima pandemia será un ciberataque, en el sentido de que, si se paran las telecomunicaciones, es un lockdown [cuarentena]”, señaló el directivo, al ser consultado por el magazín sobre los retos para compañías como Microsoft y su industria en un futuro.
El directivo no dudó en apuntar a la ciberseguridad como la principal prioridad:
“Si la inteligencia artificial es la gran oportunidad para hacer más competitivas a las compañías, ciberseguridad y privacidad son el mayor riesgo y el mayor problema que vamos a tener para los próximos diez años”, aseguró.
Según él, el comparativo con la pandemia del COVID-19 no es solo por el alcance de un posible ataque global, sino porque esa coyuntura le permitió al mundo percatarse de que “la superficie de ataque se amplió porque las personas se fueron a trabajar a su casa”, algo que incluso podría mantenerse con la posibilidad de que trabajadores se mantengan en el trabajo remoto.
En ese sentido, reconoció que hay una preocupación por ajustar la seguridad informática y se está invirtiendo en ello: “No es un problema de seguridad solo en la estación de seguridad o un data center. Todo está conectado, entonces se puede hackear un auto o un gasoducto”, señaló.
“La pregunta no es si vas a ser hackeado, sino cuándo vas a ser hackeado”, concluyó.
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