Un equipo de investigadores exploró el acuífero de Quintana Roo y descubrió en sus profundidades los restos de una civilización, en el subsuelo de Yucatán.

Esta es una zona rica en túneles, cuevas, pozos y cenotes que hoy están inundados, pero que antes estaban sobre el nivel del mar, según informó Gizmodo.

El complejo Sac Actun, con más de 374 kilómetros, se considera la cueva submarina más grande del mundo, pero generalmente bucear en esas aguas no es una actividad turística.

Luego de que los investigadores Sam Meacham y Fred Devos se adentraran en una parte inexplorada de la cueva, se comunicaron con la Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) para informarles que se necesitaba una expedición. 

Durante más de 100 inmersiones y 600 horas de trabajo, Meacham y Devos, junto al buceador del CINDAQ Cristophe le Maillot y el experto en espeleología submarina Eduard Reinhardt, han recogido muestras y tomado más de 20.000 fotografías. 

También han escaneado la cueva en 3D y han tomado fotos en 360 grados para que los arqueólogos no tengan que bucear por los estrechos y traicioneros pasajes, algunos de apenas 70 cm de ancho.

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Los resultados de esta expedición, publicados en Science Advances, registran el hallazgo los restos prácticamente inmaculados de una mina de ocre. Estos son los indicios arqueológicos de actividad humana más antiguos de todo el hemisferio oeste.

Esta no es la primera vez que descubren restos de presencia humana con este nivel de antigüedad en las cuevas inundadas bajo Yucatán. En 2014, un equipo de buceadores encontró los restos de Naia, una joven que vivió hace unos 12.000 y 13.000 años.

Sin embargo, nunca hasta ahora se habían encontrado restos de actividad humana con esa misma antigüedad, aseguró Gizmodo.