Una de las situaciones más temidas por los medios informativos que comparten contenidos en Facebook es recibir una sanción de la plataforma por compartir noticias calificadas como falsas. Dicha medida suele generar límites en la distribución de publicaciones, lo que puede tener un fuerte impacto negativo en las cifras de audiencia.

De hecho, en algunos casos, los infractores reincidentes pueden eliminarse por completo. Eso estaría bien, en términos de combatir la desinformación, si las sanciones siempre fueran justas. Y, sobre todo, si aplicaran por igual para todos los usuarios de la plataforma. Sin embargo, esa no es la situación, según los datos que arroja la investigación de Fast Company.

El artículo, titulado ‘Facebook está presionando silenciosamente a sus verificadores de hechos independientes para que cambien sus fallos’, asegura que mientras la red social lucha con oleadas de desinformación, las preocupaciones políticas y comerciales de la compañía están influyendo en sus políticas de verificación de información.

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Entre los casos reseñados, se incluye el de un video de dos minutos y 40 segundos titulado ‘El aborto nunca es médicamente necesario’, que generó indignación. Pero “la ira no se debió al título engañoso del video ni a su contenido, sino a que Facebook le había puesto una etiqueta de falso”.

Cuatro senadores republicanos le dirigieron una carta a Zuckerberg donde condenaban lo que llamaron un “patrón de censura”. Exigieron la eliminación de todas las restricciones y una auditoría de la red social. Resultado: las etiquetas de verificación de hechos desaparecieron.

Según la investigación realizada por Independent Fact Checking Network, al revisar la verificación de hechos y 10 verificaciones de hechos anteriores, encontró que la evaluación del video era precisa, imparcial y basada en ciencia sólida. Sin embargo, gracias a la presión de políticos el video logró librarse de las sanciones y Facebook no restableció la etiqueta de información falsa.

Alex Pasternack, autor del artículo, asegura que hay contenidos considerados falsos por los verificadores de hechos que no siempre han sido etiquetados como tal en Facebook. “En algunos casos, Facebook ha reevaluado las etiquetas de verificación de hechos o las sanciones después de que los verificadores de hechos actuaran, a menudo a raíz de presiones políticas, financieras y de relaciones públicas”.

Por su parte, Brendan Nyhan, profesor de gobierno en Dartmouth College que ha estudiado verificación de información, afirma que la gestión del programa por parte de Facebook plantea preguntas urgentes sobre la batalla organizada contra la desinformación. “Facebook está tomando decisiones que son esencialmente políticas”, concluye.