Los resultados de la investigación, que se aplicó en 2014 a 3.000 jugadores de entre los 16 y los 44 años, fueron citados por El País de España para explicar por qué en Europa los equipos de alta competición se renuevan permanentemente.

“El esfuerzo físico que realizan los deportistas de élite no es comparable al ejercicio puramente mental de los jugadores profesionales de videojuegos. Por eso sorprende que la edad media de retirada en la élite de los eSports esté muy por debajo de los 30”, señaló el periodista Javier Cortés en ese medio español.

Alberto León, CEO de Rock eSports dijo a El País que los videojuegos son un deporte “con mucho estrés, que precisa desde pronto de un alto nivel de responsabilidad y reflejos. Un niño de 15 años con buen entrenamiento podría superar a un veterano por la rapidez de su juego. Y llega un momento en que la experiencia no compensa la pérdida de reflejos”.

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Pero no solo se trata de un problema de rendimiento, sino que las dolencias físicas y las alteraciones mentales también están presentes.

El sitio especializado Omicrono, de España, advierte que un ‘gamer’ de élite se expone a sufrir una variedad de enfermedades profesionales que condicionan su desempeño y marcan su salida temprana del circuito competitivo.

Menciona entre ellas el síndrome del pulgar de ´Playstation’ que supone un “entumecimiento y hormigueo del dedo pulgar e incluso ampollas grandes y abiertas a causa del movimiento repetitivo sobre el mando, que tardan semanas en curarse”.

También señala las inflamaciones en los tendones de las manos que para Omicromo se denominan “nintendinitis, Wiiitis, y X-boxitis”.

Y advierte que los ‘gamers’ están expuestos a sufrir convulsiones a través de un fenómeno conocido como “epilepsia fotosensible”, adicción, comportamiento agresivo y problemas mentales como el desarrollo de cierto tipo de fobia social.

El País de España agrega que otros problemas asociados a la intensa actividad de los ‘gamers’ están los conocidos problemas de visión, el síndrome del túnel carpiano, la obesidad y las migrañas.