La importancia de un barman no solo radica en despachar a tiempo las bebidas o cocteles que los clientes de un bar le piden; su labor va más allá y eso lo pueden confirmar quienes alguna vez le han confesado sus penas de amor a este clave empleado.

Para nadie es un secreto que el alcohol desinhibe y vuelve a sus consumidores un poco más locuaces y es allí donde los secretos, proyectos, planes, desamores y hasta negocios salen a flote, y quien mejor que un barman para seguir la corriente mientras el licor hace lo suyo.

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Ante lo común de estas situaciones en los ‘pubs’, investigadores de la Universidad de Nápoles Federico II en Italia se pusieron en la tarea de diseñar un robot que no solo fuera experto en recetas de cocteles, sino que también sirviera como paño de lágrimas a los solitarios que acuden a la barra de un bar.

De esta necesidad nació ‘Brillo’, un robot que se desempeña como barman y que habla con los clientes; según el medio Digitaltrends, este avanzado aparato recuerda a los clientes y las conversaciones que tuvo con ellos.

“El escenario de la coctelería es extremadamente difícil de abordar utilizando robots, pero también es muy interesante desde el punto de vista de la investigación, (…) De hecho, este escenario combina la complejidad de manipular eficientemente objetos para hacer bebidas con la necesidad de interactuar con los usuarios. Curiosamente, sin embargo, todas las aplicaciones actuales de la robótica para escenarios de barman ignoran la parte de interacción por completo”, dijo la profesora Silvia Rossi, una de las investigadoras que llevó a cabo el estudio y coordinadora científica del proyecto.

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Una de las partes esenciales del estudio, según sus desarrolladoras, es que ‘Brillo’ debe tener la capacidad de saber qué y con quién habló de algo específico, por lo que es primordial que cree un “perfil” de cada usuario para que pueda, a futuro, entablar conversaciones con sentido acudiendo a sus recuerdos.

Digitaltrends indicó que esto le permitirá a ‘Brillo’ personalizar sus interacciones y, al mismo tiempo, incrementar las probabilidades de que su servicio guste, recoja algunas propinas y los clientes vuelvan.

“Al final, creemos que un barman no solo debe ser el que recuerde tus gustos, sino también tus intereses y tu vida diaria. Al igual que los camareros humanos, a veces deben actuar como amigos cercanos”, dijo Rossi en información recogida por el medio.

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En la investigación también participó Nitha Elizabeth John, colega de Rossi, y con quien diseñaron a ‘Brillo’, aparato que contará con dos brazos y una cara basada en un monitor capaz de recrear diferentes expresiones faciales.

“Creemos que este tipo de personalización es la clave para la aceptación a largo plazo de los robots en nuestra vida y con diferentes roles de servicio y asistencia”, concluyó Rossi.