La editorial de libros escolares y universitarios Pearson anunció que comenzaría a vender sus textos en forma de NFT para monetizar las ventas de segunda mano, un sector del mercado que se le había escapado a la editorial durante años. Según The Verge, el director ejecutivo de la editorial, Andy Bird, afirmó que de esta forma las casas editoriales podrían continuar cobrando por las reventas de sus libros.

Bird aseguró en una rueda de prensa que cualquiera de sus textos en físico podía ser revendido aproximadamente siete veces y que de esas ventas solo participaban en la primera. “El cambio a lo digital ayuda a disminuir el mercado secundario, y la tecnología como blockchain y NFT nos permite participar en cada venta de ese artículo en particular a lo largo de su vida”, al rastrear el identificador único del material en el libro mayor desde “propietario A hasta dueño B al dueño C”, afirmó.

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Hasta ahora, estudiantes y compradores al adquirir uno de los libros tenían el poder para venderlo al prescindir de su uso, sin que la editorial ganara más por esa venta. Al pasar al entorno digital, la trama se complica. Al revender un texto digital, se crea una copia. Lo que, de acuerdo con The Verge, ha dado como resultado diferentes desafíos legales. Con las ventas como NFT un porcentaje de esa reventa digital entraría a las editoriales.

Adi Robertson escribió para The Verge que “el blockchain ofrece una versión descentralizada de esa base de datos [que rastrearía a los propietarios que mencionó Bird], pero las probabilidades de que Pearson use un sistema abierto completamente descentralizado son aproximadamente cero. Es casi seguro que extendería un esquema de protección de copia existente para evitar que quienes no sean propietarios de esos NFT pirateen sus libros. Eso haría que la NFT fuera una hoja de parra encima de un marco de gestión de derechos digitales o DRM anticuado. En teoría, los NFT se pueden vender en mercados de terceros que no están aprobados por el creador, pero las grandes empresas como Ubisoft ciertamente no han seguido ese principio, y es posible que Pearson tampoco”.

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Según Robertson, la fracción que le correspondería a la editorial Pearson por la venta consecuente de un libro análogo es “menos lucrativa que el modelo de suscripción que actualmente tiene”. La editorial ofrece suscripciones para sus contenidos por aproximadamente $15 dólares, la cual ofrece acceso a 1,500 libros digitales. La periodista del medio de tecnología afirma que “los NFT parecen tener un efecto psicológico: hacen que las personas sientan que poseen algo, incluso si la propiedad es bastante abstracta. Los fabricantes de libros de texto podrían ver esto como una oportunidad para impulsar los mercados digitales en una nueva dirección”.