Los delincuentes informáticos se encontraban en Valledupar, desde donde utilizaban una estrategia que pudo ser la llave para que tantos funcionarios cayeran.
El truco era simple, y muy común en Internet: enviar mensajes falsos a nombre de otra persona o entidad oficial para que los desprevenidos dieran acceso a su información sin saberlo. Pero esta vez el detalle clave pudo ser que se hicieron pasar por la Fiscalía.
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La revista cita el caso de una de las víctimas, que vive en Antioquia pero recibió un supuesto citatorio del ente acusador para presentarse en Bogotá para declarar en un proceso. Para ello debía descargar un archivo adjunto, el cual contenía el malware que con el que los piratas informáticos accedían a información tanto personal como financiera.
Como resultado, al desprevenido le desocuparon su cuenta bancaria, pero también hay casos en los que los delincuentes extorsionaban a las víctimas pidiendo dinero a cambio de su información privada, o tan solo recuperar sus cuentas, menciona el magazín.
Además, Semana dice que vendían esa información a bandas criminales; de ahí la gravedad de que hubiera tantas víctimas que trabajan con el Estado, y sobre todo en la mismísima Casa de Nariño. Sin embargo, de momento se desconoce si alguna información delicada pudo haberse filtrado de esta manera.
El rotativo indica que los hackers apuntaban a “fotos, videos, documentos, audios, contactos y hasta datos clínicos”, pero también a la cámara y al micrófono de los computadores de las personas intervenidas.
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