
En estos tiempos de constante cambio, impulsados por lo que muchos llaman la Cuarta Revolución Industrial, siento la necesidad de conversar contigo sobre algo que está transformando silenciosamente nuestra forma de vivir.
(Ver también: Qué ciudad nos espera y qué papel tiene cada uno: Pulzo Futuro lo cuenta de forma sencilla)
Imagínate esto: cada elección que hacemos, desde lo más simple hasta lo que podría cambiar nuestra vida, podría estar siendo sutilmente influenciada por tecnologías más inteligentes de lo que podríamos haber imaginado. Líderes como Yuval Noah Harari y Mark Zuckerberg han iniciado debates sobre cómo el aprendizaje automático y la inteligencia artificial están empezando a moldear nuestras decisiones. Esta influencia, casi imperceptible, tiene el potencial de robar algo muy valioso: nuestra libertad de elegir o libre albedrío.
Por lo tanto, la tecnología en sí, debería ser una herramienta que amplíe nuestras capacidades, no algo que nos reemplace. Sin embargo, el control de estas poderosas tecnologías en manos de unas pocas corporaciones gigantes nos hace preguntarnos: ¿Realmente están alineadas sus metas con el bienestar de todos nosotros? Esto es algo que debemos cuestionar constantemente si queremos mantener nuestra independencia en la toma de decisiones.
Con este pequeño abrebocas, te invito a ti, a nosotros, la generación de la era digital, a tomar un papel activo en la construcción de nuestro futuro. No podemos ser simplemente espectadores en esta era; necesitamos entender cómo estas tecnologías funcionan, cómo se implementan, y cuál es la ética en las políticas de gobernanza de la información utilizadas para la construcción de estos sistemas. Cabe mencionar que para poder ser un librepensador en esta era, no solo se debe conocer cómo utilizar estas herramientas tecnológicas, también se debe asegurar que estas, se usen de manera que enriquezcan nuestras vidas y se protejan nuestras libertades esenciales sin discriminaciones de ningún índole.
Este momento en la historia es nuestro campo de juego y el conocimiento es nuestro poder. Es crucial que aprendamos a discernir entre la información real y la manipulada, que seamos capaces de identificar cuándo una decisión es verdaderamente nuestra y cuándo ha sido moldeada por algoritmos diseñados para predecir y, a veces, dictar nuestro comportamiento. Finalmente, permanecer con los ojos abiertos nos ayudará a crear un límite que no afecte las libertades, los pensamientos propios y nos permita despertar en esta era digital sin perder nuestra esencia humana.
“Hasta que esta columna te llegue gracias al aprendizaje automático”: Nicolas Acevedo Suarez.
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