El principal cambio del nuevo sistema operativo para los iPhone es que los usuarios podrán decidir si comparten o no el uso de datos personales con las diferentes aplicaciones que tienen instaladas en su celular.

La compañía de la manzana quiso empoderar a sus usuarios dándoles más control sobre su privacidad y de paso desafiar a su competencia, Facebook. Con iOS 14.5 todas las apps deberán solicitar y recibir el permiso de los usuarios si quieren seguir sus datos a través de portales de terceros.

Además, los usuarios de Apple podrán comprobar en cualquier momento qué aplicaciones han recibido permiso para seguirlos en su navegación en línea.

Si los usuarios así lo desean, podrán cambiar estas preferencias y determinar a quién dan permiso y a quién no en el menú de configuración del iPhone o del iPad, e incluso denegar de una sola vez el rastreo a todas las aplicaciones.

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La nueva herramienta de privacidad requiere de iOS14.5, por lo que quienes decidan no actualizar el sistema operativo no podrán usarla.

El perfil digital de cada usuario, llamado IDFA, identifica a cada internauta con base a sus actividades y consultas previas, lo que permite a los anunciantes “seguir” a los usuarios y dirigir campañas publicitarias adaptadas a los gustos e intereses de cada consumidor específico, y a la vez, medir el grado de eficacia de las mismas.

Desde el momento mismo en que adelantó este cambio en las políticas de privacidad el pasado verano, Apple se encontró con el rechazo frontal de Facebook, cuyo negocio depende fundamentalmente de la publicidad online y que sostiene que con su aplicación, los desarrolladores de aplicaciones podrían perder el 50 % o más de sus ingresos publicitarios.

Tal es el rechazo que su consejero delegado, Mark Zuckerberg, llegó a tildar a principios de año a Apple de competidor de Facebook y arguyó por tanto que la firma del iPhone toma esta medida “por intereses competitivos” y no “para ayudar a las personas”.