El uso de aceite y vinagre para poner a las verduras empezó en la época babilónica, hace unos 2000 años. La palabra ensalada nació cuando los antiguos romanos rociaban sal sobre los vegetales y las hierbas, llamándola “herba salata”. Después, los cocineros romanos y griegos experimentaron con combinaciones de aceite de oliva, vinagre y sal, luego añadieron vino, miel y una salsa de pescado fermentada conocida como “garum”.

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Las vinagretas para ensaladas se preparaban únicamente en las cocinas caseras hasta principios del siglo XIX, cuando los dueños de restaurantes comenzaron a empacarlas y venderlas. En 1919 uno de los primeros en comercializarlas fue Joe Marzetti, propietario de un restaurante en Columbus, Ohio, en Estados Unidos.

La receta de hoy es una vinagreta cremosa con sabor agridulce. Si te quedas sin ideas al crear vinagretas para las ensaladas que preparas en casa, esta es una opción muy fácil, con pocos ingredientes y deliciosa.

Ingredientes para 2 porciones de ensalada

3 cucharadas de aceite de oliva

2 cucharadas de limón (es aproximadamente 1 limón tipo tahití)

1 cucharadita de mostaza Dijon

1 diente de ajo finamente picado

½ cucharadita de sal

2 cucharaditas de miel de abeja pura o maple

Preparación

Adiciona todos los ingredientes a un recipiente de vidrio: 3 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de limón, 1 cucharadita de mostaza Dijon, 1 diente de ajo finamente picado, ½ cucharadita de sal y 2 cucharadas de miel de abeja pura o maple.

Tapa el recipiente de vidrio y agítalo hasta que todos los ingredientes se combinen.

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Montaje:

Sirve con tu ensalada favorita.