Un poco de la historia de este plato

De la mano del italiano Procopio en el año 1660 nació esta tradicional y popular preparación, gracias a una máquina que “homogeneizaba” frutas, hielo y azúcar, dejando como resultado una crema helada. Sería París la primera ciudad en degustar esta receta, cuando se abrió el “Café Procope”, lugar muy reconocido por su café y su innovadora propuesta gastronómica conocida como: helado.

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En el siglo XVIII hacer este postre no era nada sencillo. Los cocineros y reposteros tenían que recurrir a unos cubos de madera, utilizados para congelar, para añadir hielo, sal y una mezcla similar al sabor de la vainilla para obtener el tradicional helado. Se elaboraba con huevo, y en su mayoría de veces era llevado a las mesas por esclavos y sirvientes. En la actualidad, el helado de vainilla es uno de los más apetecidos por los comensales, por la suavidad de su crema y su fácil elaboración.

Preparación

  • Congela los bananos durante 30 minutos.
  • Cuando ya estén listos, déjalos afuera para que se ablanden un poco.
  • Utiliza un tenedor para aplanarlos y dejarlos con la textura que más te guste.
  • Añade el cacao y los frutos secos. Incorpora todo y disfruta de esta propuesta.