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Escrito por:  Óskar Ortiz
Redactor     May 7, 2024 - 2:11 pm

De la misma manera en la que hay algunas recetas para chuparse los dedos, existen algunas recomendaciones de cocina como los trucos que sirven para la conservación de la carne cuando no existen mecanismos de refrigeración.

Trucos para conservar la carne si no hay refrigerador

Existen varios métodos que se pueden utilizar para mantenerla fresca durante un período corto de tiempo:

  1. Consumir rápidamente: si la carne está fresca, consumirla lo antes posible para evitar que se eche a perder. Cocinarla y comerla en el mismo día en que se compre, si es posible.
  2. Congelación: con acceso a hielo seco o una fuente de frío, se puede congelar la carne para prolongar su vida útil. Envolver la carne herméticamente en papel de aluminio o bolsas para congelar y colocarla en un área fresca.
  3. Salazón: es un método antiguo de conservación de la carne. Puedes salar la carne frotándola con sal y luego colgándola en un lugar fresco y seco para que se seque. Así se puede mantener la carne comestible durante un período prolongado, pero asegúrate de lavarla antes de cocinarla para eliminar el exceso de sal.
  4. Ahumado: es otro método tradicional de conservación de la carne. Ahumar la carne no solo le proporciona sabor, sino que también ayuda a preservarla al deshidratarla y ahumarla, lo que dificulta el crecimiento de bacterias.
  5. Secado al aire: en un área con clima seco y cálido, se puede secar la carne al aire para conservarla. Cortar la carne en tiras finas y colgarla en un lugar bien ventilado, protegido de insectos y animales.

Es importante recordar que estos métodos pueden no ser tan efectivos como un refrigerador para mantener la carne fresca durante períodos prolongados.

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¿Cuánto tiempo se puede conservar la carne de res?

Depende de varios factores, incluyendo la temperatura a la que se almacena y si se trata de carne fresca o cocida. Aquí hay algunas pautas generales:

  1. Carne fresca en refrigeración: se puede conservar en el refrigerador durante aproximadamente 3 a 5 días, siempre y cuando se mantenga a una temperatura de 4°C (40°F) o menos. Es importante almacenarla en un recipiente hermético o envuelta en papel film para evitar la contaminación cruzada con otros alimentos y para minimizar la exposición al aire, lo que puede acelerar el deterioro.
  2. Carne fresca en congelación: si no se va a consumir dentro de los 3 a 5 días, se puede congelar para prolongar su vida útil. Cuando se congela a -18°C (0°F) o menos, la carne de res cruda puede conservarse durante varios meses, dependiendo de la calidad y el tipo de corte. La carne molida y las piezas más delgadas suelen conservarse durante unos 3 a 4 meses, mientras que los cortes más grandes pueden durar de 6 meses a 1 año en el congelador.
  3. Carne cocida: si cocina adecuadamente y se almacena correctamente, puede durar en el refrigerador de 3 a 4 días. Si se congela, puede durar de 2 a 3 meses.

Es importante recordar que estas son pautas generales y que la duración específica de la conservación puede variar según diversos factores, como la frescura inicial de la carne, las condiciones de almacenamiento y la temperatura.

Siempre verificar la apariencia, el olor y la textura de la carne antes de consumirla para asegurarte de que esté en buen estado. Si hay dudas sobre la seguridad de la carne, es mejor desecharla para evitar enfermedades transmitidas por alimentos.

¿Cuándo se le pone la sal a la carne?

Esa decisión se ejecuta dependiendo de cómo se esté preparando y del resultado deseado. Aquí hay algunas opciones comunes:

  1. Antes de cocinar: se puede esparcir sobre la carne antes de cocinarla. Esto ayuda a realzar el sabor y a que la carne retenga la humedad durante el proceso de cocción. Si la carne se sazona antes de cocinarla, es importante que no se deje reposar durante demasiado tiempo antes de cocinarla, ya que la sal puede extraer la humedad de la carne si se deja en contacto por mucho tiempo.
  2. Durante la cocción: también se puede agregar durante el proceso de cocción, ya sea espolvoreándola sobre la carne en la sartén o en la parrilla, o agregándola a la salsa o el líquido de cocción. Agregar sal durante la cocción permite un control más preciso del sabor y la sazón.
  3. Después de cocinar: algunas personas prefieren sazonar la carne con sal después de cocinarla, justo antes de servirla. Esto puede ser especialmente útil para evitar que la carne se reseque durante el proceso de cocción, ya que la sal no extraerá la humedad de la carne antes de cocinarla.

 

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.