Quizá es la cotidianidad. Quizá es la hiperconexión. O quizá es que sabemos casi todo de todo. La noticia del coronavirus nos impactó a mediados de enero y, en medio de cientos noticias de impacto global, parece que no dimensionamos cómo la humanidad ha llegado a un punto de desarrollo y progreso superlativo, en la que luce como una nimiedad eso de enfrentar este temible virus en tiempo real.

Nos parece cotidiano que solo estemos a dos clics de distancia de conocer cómo prevenir o enfrentar una peligrosa enfermedad. De pronto, ni siquiera sabemos que fue un algoritmo de inteligencia artificial el que descubrió la peligrosidad del coronavirus.

La historia es la siguiente. Antes de que el Comité de Salud Municipal de la ciudad de Wuhan emitiera un “aviso urgente por tratamiento de neumonía de causa desconocida” el 31 de diciembre de 2019, una pequeña ‘startup’ canadiense, llamada BlueDot, envió una alarma a sus clientes informando acerca de un posible brote el pasado 30 de diciembre.

Varias semanas antes que se declarara la alerta sanitaria global por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los centros para el control y la prevención de enfermedades de EE.UU., aunque la organización médica ya había recabado información al respecto.

La compañía creadora del algoritmo aseguró que, “utiliza análisis de Big Data para rastrear y anticipar la propagación de las enfermedades infecciosas más peligrosas del mundo” para luego transmitir esta información a centros de investigación y epidemiólogos en todo el mundo, con el fin de iniciar el todo el trabajo para enfrentar amenazas de este tipo.

Eso no es todo:

  • El servicio de mensajería Wechat ha lanzado un programa llamado Yikuang (o situación epidémica) que informa a los usuarios los sitios donde se ha propagado el virus.
  • Un grupo de científicos creó un mapa interactivo para rastrear la evolución del virus chino casi en tiempo real.
  • Otra plataforma de las empresas chinas Qihoo 360 y No Sugar Tech rastrea trenes y aviones para detectar si han tenido pasajeros infectados por el coronavirus. Basta con poner la fecha del viaje y el número de vuelo o tren para que los usuarios sepan si han viajado en el mismo medio de transporte que alguien con la enfermedad.
  • Google Maps activó su propio mapa para mostrar los lugares del mundo en los que se han reportado y confirmado casos.

Para completar, un grupo de científicos, investigadores y desarrolladores crearon una pequeña red social en la que comparten documentos, avances y sobre todo propuestas para tener soluciones (vacunas o métodos prevención) contra el coronavirus. La forma cómo se transfieren experiencias, conocimientos y documentos usando plataformas y la nube no es más que espectacular.

Hace 10 años ¿cómo habría hecho la humanidad para enfrentar una amenaza de este tamaño? Bueno, quizá pocos lo dimensionen ahora, por el exceso de información, creo yo, pero la tecnología resultó ser ese Batman.

Ese superhéroe silencioso que está intentando detener la propagación mundial de un virus. Quizá no dimensionamos el nivel de evolución que vivimos y eso es una pequeña alegría en medio de tantas tragedias y malas noticias.

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