También, su amplia red de ciclorrutas y aceras, o esa amable sensación de poder alzar la mirada al cielo sin encontrar una maraña de cables oscilantes entre los postes que afean el paisaje urbano; sino que también me produjo una alegría enorme la manera como tratan a los animales en condición de calle.

Ciudad Verde
Ciudad Verde / Helder Zambrano

Justo en el límite sur de Bogotá, donde la localidad de Bosa se convierte en el municipio de Soacha, se establece el macroproyecto Ciudad Verde, un ambicioso desarrollo urbanístico que brinda soluciones de vivienda a las familias menos favorecidas del sur de la sabana; pero más allá de los conjuntos de apartamentos que dignifican la vida de sus pobladores, este ecosistema ideado por la constructora Amarilo, involucra de manera holística factores de confort no solo al interior de las viviendas, también en el espacio público, pues dispone una red de parques y zonas verdes para el disfrute de la comunidad que serían la envidia de cualquier ciudad en el mundo.

Y es que en este sector es común encontrarse, no solo con parques completamente dotados, sino también con comedores para perros llenos de alimento, coloridas casitas de madera que sirven de refugio para algún peludo y muchos, muchos recipientes con agua fresca para saciar la sed de los seres que allí habitan. Para alguien que viene de Bogotá, donde hay más de un millón y medio de perros callejeros, es reconfortante encontrarse con escenarios dispuestos para que estos seres desamparados tengan un sitio donde refugiarse.

Casas para un perros en condición de calle
Casas para un perros en condición de calle / Helder Zambrano

En el cartel de la foto dice: “El canino que vive no tiene hogar, ha recorrido caminos inciertos e interminables, merece este espacio limpio y esta casa embellecida para refugiarse y protegerse del frío, espera cariño de ti y con un alegre agitar de su cola agradece el agua fresca y el concentrado que le regalas”.

Ha sido un enorme camino recorrido desde que todo esto comenzó, me contaba Lina Martín, analista de innovación social de la Agrupación Ciudad Verde, una entidad sin ánimo de lucro que se encarga de gestar prácticas y acciones sociales tendientes a mejorar el entorno y recreación de los habitantes del sector, y a juzgar por lo visto, los perros aquí son tratados como tal por los integrantes de este colectivo social ya que ellos trabajan muchas horas en función de mejorar las condiciones de vida de los callejeritos.

Cuando Ciudad Verde fue inaugurada en 2010, muchos eran los problemas que aquejaban a sus habitantes, uno de los principales fue el transporte, ya que la ciudadela queda a unos 3 kilómetros de la Autopista Sur, lugar donde la mayoría de personas conectan sus recorridos con Bogotá u otros destinos, pero al no contar con una red de alimentación pública de transporte legal, y tener solamente una vía de comunicación, los trancones y demoras exageradas eran el pan de cada día.

Hoy la situación es diferente, y aunque todavía el transporte ilegal sigue siendo la alternativa más recurrente entre quienes viven allí, cabe anotar que se han inaugurado amplias vías de acceso que unen el macroproyecto con dos puntos de la Autopista y además se ejecutan obras de construcción de un puente vehicular para que Ciudad Verde pueda conectarse con la vecina localidad de Bosa. Actualmente los más osados se aventuran a pasar por una especie de trocha que los lleva a Bogotá y así mitigar en algo el caos reinante en la Autopista sur. 

“En ciudad Verde todos los perros son gordos…”, me dice entre risas doña Leonor, que se dedica a la venta ambulante en las inmediaciones de uno de los parques de la ciudadela; y es que la primera impresión que cualquier visitante podría llevarse es que sí, que los perros en situación de calle en este sector son privilegiados pues cuentan con condiciones para que su vida no sea tan traumática. Pero también hay que hablar de los problemas que aquejan a estos animales.

Concientización sobre tenencia responsable
Concientización sobre tenencia responsable / Helder Zambrano

Actualmente hay más de 20 perros reportados como desaparecidos en Ciudad Verde, sus propietarios aseguran que una pequeña parte de la población no tolera la tenencia de mascotas en los conjuntos cerrados y por eso deja comida con veneno o vidrio molido en los espacios comunes donde los animales comparten.

Yeimi Meléndez, Cofundadora de la Organización Huellas de corazón, e incansable trabajadora por el bienestar de los animales, no solo en este sector sino en toda la cabecera municipal de Soacha, da cuenta de una problemática que ocurre en el límite sur de ciudad Verde. Se trata de una montaña donde, se presentan casos de violación de perros, rituales satánicos donde son torturados, peleas de perros potencialmente peligrosos en las que se utilizan callejeros como carnada o entrenamiento, y hasta han encontrado rastros de animales degollados con indicios de que su carne  fue extraída de manera artesanal para comercializarla de manera clandestina.

Pese al esfuerzo mancomunado de organizaciones como Agrupación ciudad Verde, Huellas de Corazón, y la cultura ciudadana que de a poco ha visibilizado la problemática de los perros abandonados, no es mucha la presencia gubernamental que para este efecto se tiene, pues son casi nulas las actividades que desde la alcaldía se realizan para la población de animales que sigue proliferando en el lugar. Se requieren jornadas de esterilización masiva tendientes a controlar  el número de perros en Ciudad Verde para que así no se convierta en un problema insostenible en el tiempo.

Parque público para perros
Parque público para perros / Helder Zambrano - Agrupación Ciudad Verde

Ciudad Verde nos enseña que no se necesita estar en el norte de Bogotá para brindar espacios confortables a sus habitantes, ni que se requieren altos presupuestos para ponerse la mano en el corazón y ayudar desinteresadamente; basta con organizarse como comunidad y establecer objetivos claros teniendo en cuenta que los animales también hacen parte de nuestras vidas y por tal razón merecen un trato digno y una existencia amena.

Gandhi dijo una vez que la grandeza de una nación y su progreso moral podían ser juzgados por la manera en que esta trata a sus animales; pues si  se pone en práctica, podríamos decir que en Ciudad Verde su comunidad desborda estos adjetivos y se encamina en ser un ejemplo no solo en urbanismo e inclusión territorial, sino en valores como el respeto por los seres menos favorecidos.

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.