Los gases y vapores blanquecinos emanados por el volcán Cerro Bravo se convirtieron en una nueva señal de alarma que podría estar relacionada con la actividad sísmica del Nevado del Ruiz, el inmenso volcán entre Caldas y Tolima que ha amenazado durante las últimas semanas con producir la erupción más grande de la última década.
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Al principio, los habitantes del sector creyeron que el “humo blanco” que emanaba la montaña era una quema ilegal de basura o una neblina transitoria que es usual en ese sector, “pero después de un rato empezamos a ver a los ingenieros y técnicos llegando a la carretera y nos dimos cuenta de que estaba relacionado con el volcán. Vivimos acá desde pequeños y nunca había pasado nada como esto”, contó Adriana Medina, habitante de Caldas.
Tal es la rareza de los hechos, que han pasado 24 horas desde la emisión del gas y las autoridades del Servicio Geológico Colombiano, SGC, y de Gestión de Riesgo de Desastres no han logrado dar con las posibles causas y efectos de ese “humo” que no ha parado de salir de las laderas de la montaña desde el pasado martes.
“Tras el hallazgo de la salida de gases y vapor en el sector de La Virgen, en un tramo de 20 metros de largo sobre la vía Bogotá-Manizales, y luego de varias inspecciones en terreno, representantes del SGC, la Jefatura de Gestión del Riesgo de Caldas, Corpocaldas, TGI e Invías definieron una serie de acciones para determinar el origen de estos gases y vapor que, de acuerdo a reportes recibidos, siguen saliendo”, aseguraron las autoridades a través de un comunicado conjunto.
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Sumado a eso, los expertos coincidieron en que es posible que el humo no corresponda a una actividad del volcán, si no a factores externos de la montaña.
Aún así, “es muy difícil descartar por ahora que el vapor de este volcán esté relacionado con la constante actividad volcánica del Nevado del Ruiz pues, dada su cercanía, podría ser posible que estén conectados de algún modo”, detallaron del Servicio Geológico a este diario.
De hecho, información oficial establece que ambos volcanes están separados por apenas 22 kilómetros de distancia, una distancia similar a la que hay entre los municipios de Envigado y La Estrella, en Antioquia.
¿Riesgo de erupción del Cerro Bravo, cerca al Nevado del Ruiz?
Con lo que sí han sido claras las autoridades es con que, por ahora, Cerro Bravo no representa un riesgo de erupción. De hecho, el volcán permanece en el nivel de actividad verde, la categoría más baja de riesgo que indica que está activo, pero en reposo.
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El Nevado del Ruiz, en cambio, permanece en el nivel naranja decretado desde abril. Dicha alerta significa que el volcán está activo y presentando anomalías que podrían indicar una erupción en las próximas semanas o días.
Sobre su estado actual, el Sistema Geológico expresó que “no podemos decir que ha estado estable, porque ha presentado múltiples modificaciones, pero lo que sí podemos decir es que no ha disminuido su actividad como para bajar la alerta ni tampoco la ha aumentado como para decir que estamos más cerca de una erupción”.
De hecho, los manizaleños han reportado una fuerte llegada de ceniza y de olor a azufre desde el pasado lunes, lo que indica que el Nevado sigue con actividad intensa.
En su boletín más reciente, publicado este miércoles, el Servicio Geológico fue claro: “ la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable. Es posible que los niveles de actividad sísmica, así como los niveles de desgasificación o salida de ceniza disminuyan o sean oscilatorios, en el sentido de aumentar unos días y disminuir otros. Sin embargo, esto no implica que el volcán haya retornado a sus niveles normales de actividad, por lo que se recomienda no acostumbrarse a estos cambios y pensar que es una actividad normal del volcán”.
Las características del vapor
Pese a que varia sus intensidades y temperaturas, expertos del Servicio Geológico Colombiano confirmaron que el vapor emitido por Cerro Bravo alcanza hasta 70 grados centígrados y se manifiesta con un olor irritante. Sumado a eso, los ingenieros y geólogos han verificado salida de dióxido de carbono en concentraciones elevadas en varios puntos de la montaña. “Si bien estos focos de salida se encuentran en las laderas del volcán Cerro Bravo, sobre depósitos volcánicos, este fenómeno no necesariamente tiene que deberse a actividad de este volcán”, dijo el SGC.
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