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El Caso de Abuso: Una Investigación en Profundidad
El reciente caso de una joven agredida por su pareja dentro de un cambuche —una estructura improvisada que suele usarse como vivienda precaria— ha reavivado el debate sobre la violencia intrafamiliar, así como la urgente necesidad de acciones integrales para proteger a las víctimas. Lo que distingue a este caso es la mezcla de factores de riesgo: el agresor intentó ahorcar a la víctima y amenazó con usar un arma blanca, mientras su historial ya incluía antecedentes legales relacionados con violencia intrafamiliar. Aunque la mujer logró escapar gracias a la oportuna intervención de la policía, el hecho de que el agresor hubiera sido liberado meses antes por falta de pruebas expone fallas estructurales en el acceso a la justicia.
La Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) define la violencia intrafamiliar como la presencia de múltiples formas de abuso —físico, verbal, psicológico, sexual, económico— que pueden generar consecuencias devastadoras. En Colombia, datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses confirman un crecimiento sostenido en las denuncias por violencia intrafamiliar, en especial desde el inicio de la pandemia, situación que ha forzado a las instituciones a revisar y ajustar sus estrategias de intervención y apoyo.
En el caso examinado, la resiliencia de la víctima y su decisión de denunciar permitieron frenar una situación que pudo terminar en feminicidio, de acuerdo con patrones descritos por ONU Mujeres. Sin embargo, el proceso judicial presentó obstáculos: el agresor no aceptó cargos y su precedente de violencia no bastó para mantenerlo bajo custodia preventiva anteriormente. Esto pone en tela de juicio la efectividad de los mecanismos legales actuales, en los que la falta de pruebas puede significar el retorno del agresor al entorno de la víctima, reexponiéndola a potenciales agresiones.
Frente a esta realidad, las instituciones han reforzado las opciones de apoyo. La Secretaría de Salud Pública de Manizales ha puesto en marcha la estrategia “Estamos Contigo”, que integra atención psicológica gratuita, líneas telefónicas y centros de escucha, como respuesta a la necesidad de acompañamiento integral. Paralelamente, a nivel nacional, la Línea Púrpura (#155), la Fiscalía General de la Nación y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ofrecen canales de denuncia y protección.




Por otra parte, la labor periodística y de investigación requiere acceso a herramientas tecnológicas que potencien la búsqueda y el análisis de información. Según la LatAm Journalism Review, plataformas como NINA —del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística— y herramientas como Graphext y Hoaxy, especializadas en visualización de datos y detección de desinformación, han comenzado a jugar un papel esencial en la investigación de redes de abuso y en el seguimiento de casos complejos.
En conclusión, el caso de la joven que sobrevivió a la violencia de su pareja se inscribe en una problemática estructural que demanda respuestas articuladas entre justicia, salud pública y la sociedad civil. Mejorar los sistemas de protección y fomentar el acceso a la denuncia son tareas urgentes, mientras que la responsabilidad de los medios radica en dar visibilidad e información verificada, aportando así a una cultura de prevención de la violencia intrafamiliar.
¿Cuáles son las características que distinguen la violencia intrafamiliar de otros tipos de violencia?
Esta pregunta cobra importancia porque, aunque toda violencia supone un perjuicio, la intrafamiliar se desarrolla en el ámbito del hogar, entre personas unidas por vínculos de parentesco, afecto o convivencia. Este escenario hace que identificar y denunciar el abuso sea más difícil, pues existen barreras emocionales, sociales y económicas para romper el silencio.
Como señala ONU Mujeres, la violencia intrafamiliar implica aislamiento, pérdida de autonomía y exposición a distintas formas de abuso, algunas de difícil visibilidad, como el control económico o el psicológico. Destacar la singularidad de estos indicadores permite a las víctimas y a quienes las rodean identificar señales tempranas y poner en marcha rutas de apoyo efectivas.
¿Qué recursos existen en Colombia para víctimas de violencia intrafamiliar?
La existencia de múltiples líneas de atención y centros especializados surge como respuesta al incremento de casos en el país. La Línea Púrpura (#155) es un canal nacional de acompañamiento y orientación exclusiva para mujeres víctimas de violencia; además, la Fiscalía General de la Nación y el ICBF prestan servicios legales y de protección integral.
A escala local, iniciativas como la estrategia “Estamos Contigo” en Manizales brindan apoyo psicológico gratuito y asesoría inmediata para personas en situación de riesgo. Estas redes de protección son cruciales para garantizar que las víctimas encuentren rápida respuesta, acompañamiento profesional y protección frente a sus agresores.
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