Como es bien sabido, la ola invernal que azota la región no da tregua, sin embargo, en medio de las múltiples emergencias acaecidas en Líbano (Tolima) tras las fuertes lluvias del pasado viernes, que se prolongaron según la comunidad por cerca de ocho horas, el caso de la vereda La Gregorita aflora como uno de los más preocupantes.

kjhPanorama general de los deslizamientos en la zona rural.

“La situación es crítica, nunca en mi vida había visto esto”, dijo Luis Alberto Palechor, de 51 años de edad, quien hace parte de las 60 familias afectadas por el riesgo latente que existe por cuenta de deslizamientos de tierra ante eventuales precipitaciones.

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Conforme a su relato, aunado a por lo menos 15 taponamientos que tienen lugar en la vía que conecta con el casco urbano del municipio, distintas grietas localizadas en tal tramo, generan inquietud entre la comunidad.

Mientras se preguntan por qué se originaron dichas aperturas en la tierra, requirieron apoyo para habilitar el carreteable, toda vez que, ante una emergencia, permanecen prácticamente incomunicados con Líbano, pues resulta complejo, incluso, movilizarse en animales como mulas o caballos.

kjhLa obra que genera debate en Villahermosa.

A su vez, Palechor manifestó que el camino que solían emplear para trasladarse hacia La Primavera, zona rural de Villahermosa, ‘desapareció’ a raíz del fuerte aguacero, asunto que enciende las alarmas, dado que se genera la sensación de estar ‘embotellados’.

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En ese sentido, contó que, con el ánimo de prevenir un hecho lamentable, algunas familias (como la suya) optan por dirigirse al centro poblado en horas de la noche para regresar al día siguiente a cumplir con las tareas propias del campo, sin embargo, quienes no tienen la posibilidad de contar con ‘refugio’ en el municipio se desplazan a la escuela localizada en la parte alta de La Gregorita.

El sitio, dado el panorama, opera como un albergue, de acuerdo con los habitantes, pensado para salvaguardar la integridad de los campesinos, entre ellos sus hijos, quienes tienen la posibilidad de acceder, al parecer, a algunas comidas, preparadas por una mujer que reside en el sector.

“Muchas fincas están sin agua porque (los deslizamientos) se llevaron las mangueras, donde llegue un invierno tremendo le cuento que esta vereda tiende a desaparecer, necesitamos la ayuda del gobierno, los entes competentes, pero urgente”, expresó Palechor.

Su vivienda, por ejemplo, sería una de las más perjudicadas, pues se registraron movimientos de tierra alrededor de la misma. No obstante, advirtió que el riesgo que corren quienes viven en la parte baja de la vereda y colindan con el río Lagunilla, es aún mayor.

En ese orden de ideas aseguró que: “La gente cree que es un derrumbe, pero no, esto es algo temeroso, de la escuela para abajo hay grietas de más de un metro, es una situación para que las autoridades se ‘pongan mosca’ y nos manden maquinaria, colchonetas, mangueras y tanques”.

Visita de la Administración

Adicionalmente, Palechor mencionó que el alcalde de Líbano, Jesús Antonio Giraldo Vega, visitó el sector el pasado lunes y se comprometió a enviar maquinaria para adelantar las tareas de remoción de tierra.

En diálogo con el mandatario, quien precisó que la vereda está ubicada a aproximadamente 15 minutos del casco urbano, este se mostró preocupado, entre otras cosas, por el estado del carreteable y los perjuicios en materia de alimentos, particularmente en cultivos de café y caña.

“La vereda amenaza con caer al río Lagunilla, no tenemos carretera, estamos dándole prioridad a unos corregimientos como Santa Teresa y San Fernando, pero el viernes esperamos llegar con maquinaria para que la gente pueda entrar a evacuar sus cosas, no se puede vivir en ese sitio, otro aguacero y las casas se irían al río”, acotó el burgomaestre.

Asimismo, Giraldo Vega indicó que tiene pendiente un viaje a Bogotá con el fin de ‘tocar la puerta’ de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, toda vez que el hecho de no contar con los recursos suficientes para atender las emergencias empieza a resultar “desesperante”.

“Estuve recorriendo la vereda y para ingresar a la zona hay que hacerlo a pie, pues no entran carros ni motos, y en bestias es complicado. El mensaje para los habitantes es decirles que no se queden en las casas, se pueden trasladar a la escuela, donde se entregaron colchones, u otras viviendas”, expuso el mandatario.

Sin embargo, sale a colación casos como el de una mujer que le habría hecho saber al burgomaestre que no tiene para dónde ir, por lo que se quedaría en su casa, localizada, según Luis Alberto Palechor, en medio de dos quebradas y donde años atrás otro hogar había sido arrasado por los afluentes.

Los habitantes advierten que de las grietas han brotado ‘chorros’ de agua.

La versión departamental

Por su parte, Andrea Mayorquín, directora de Gestión del Riesgo del Tolima, sostuvo que ante las emergencias suscitadas en poblaciones como Chaparral, Planadas, Rioblanco, entre otras, no pueden entregar todos los recursos o herramientas a un solo municipio.

Sin embargo, recalcó que, en el caso de Líbano, se han brindado ayudas humanitarias, elementos como mangueras y dispuesto maquinaria amarilla para atender los deslizamientos que tienen lugar en La Trina, San Fernando y Santa Teresa.

Igualmente, frente al panorama que se presenta en la vereda recordó algunas opciones para atender el tema: “Las familias junto a la Alcaldía deben tener identificadas a aquellas personas que les puedan ofrecer, en este caso a los afectados, una mano en términos de techo.

Adicionalmente, la Alcaldía y nosotros podemos trabajar para encontrar un alojamiento temporal para ellos. Una tercera instancia es que el mandatario brinde subsidios de arrendamiento y, una última, consiste en la reubicación de las viviendas”, explicó Mayorquín.

En ese sentido, recordó que las acciones a implementar dependen de lo que determine el alcalde Jesús Antonio Giraldo Vega, pues, por ejemplo, como en La Gregorita son más de 10 las viviendas afectadas, la gestión de recursos para el subsidio de las familias que las habitan debe hacerse en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. A su vez, mencionó que, decretar calamidad pública, también tendría unas implicaciones en dicho proceso.

nhUna de las viviendas que presenta riesgo latente tras las lluvias de la semana pasada.

¿Otro ‘dolor de cabeza’?

A las dificultades para movilizarse a Líbano, particularmente en el sector conocido como La Armenia, se suma, según advirtieron habitantes de Villahermosa, una situación que pondría en riesgo la integridad de la comunidad.

Se trata de una obra, que estaría vinculada con la pavimentación de la vía urbana calle 10A, desde la carrera Tercera hasta el puente localizado sobre la quebrada La Bonita, cuyas actividades habrían iniciado el 26 de mayo de 2022 y debían culminar el pasado 25 de octubre.

Conforme con lo indicado en un afiche ubicado en el sector, el plazo de construcción era de cinco meses, y el valor del contrato correspondía a $759.563.968,20.

Al respecto, el concejal Alberto Ávila Sánchez, precisó que en el barrio San Martín “abrieron un hueco para meter un tubo y no hay por dónde pasar vehículos, las personas deben arriesgarse por un ‘barranco’ o la retroexcavadora los ayuda”.

Esta redacción estableció contacto con el mandatario César Augusto Restrepo, quien no solo aseguró que no estaba del lado del contratista ni del interventor, que serían Jhon Fredy Niño Aragón e INGEVISA SAS, respectivamente, sino que también aseveró que desde hace por lo menos cuatro décadas se venía solicitando la pavimentación de dicho sector.

En cuanto a las demoras en la entrega aseguró que, en gran medida, obedecen a las fuertes lluvias que azotan el municipio, sin embargo, manifestó que también se le llamó la atención al contratista por tal cuestión.

“No puedo dar una fecha exacta para la finalización de la obra por la situación invernal, que viene generando dificultades, hay días que no pueden trabajar porque las bases que se inyectan deben aplicarse con una garantía que no llueva en los próximos días para poder que las obras queden de acuerdo a la normativa”, explicó Restrepo.

Y agregó: “Obviamente estamos afanados, queremos que esa obra culmine para diciembre por muchas razones”.

De otro lado, el cabildante destacó que, así como este tramo, que conecta con Casabianca, el sitio conocido como Palosanto clama por atención, pues las condiciones actuales lo hacen merecedor, en su concepto, del calificativo ‘bomba de tiempo’.

Por otro lado, expresó que las afectaciones por cuenta del invierno estarían haciendo ‘mella’ en el comercio. “En Villahermosa se nos están agotando los víveres, ya no se encuentran huevos, se agotó la leche, todo está demasiado caro, la papa, la verdura, la carne, el aceite, prácticamente la canasta familiar”, acotó Ávila Sánchez.

mjSuministrada / EL NUEVO DÍA/ Afectación en uno de los cafetales de la zona.

DATOS:

El 80% de las fincas presentan afectaciones, según la comunidad

200 pacas de panela se encontrarían represadas en la zona rural

12 niños residen en la parte baja de la vereda, de acuerdo con la comunidad.