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La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) en Bogotá representa una de las principales estrategias sanitarias para prevenir el cáncer de cuello uterino y otras neoplasias vinculadas a esta infección viral, que impacta tanto a mujeres como a hombres. En 2024, la Secretaría Distrital de Salud (SDS) informó la aplicación de 48.088 dosis, alcanzando un avance del 53,4% en la inmunización de niñas y niños de 9 años; sin embargo, más de 40 mil menores permanecen sin vacunar. Esta situación plantea un desafío relevante en términos de salud pública, especialmente si se considera que la protección es más eficaz cuando la vacuna se administra antes del inicio de la vida sexual, estando disponible en más de 200 puntos gratuitos para menores entre 9 y 17 años, según datos del propio organismo distrital.
El VPH es el responsable principal del cáncer de cuello uterino, el cuarto tipo de cáncer más prevalente entre las mujeres a nivel mundial. Además, también se asocia con cánceres de pene, ano, vulva, vagina y garganta. Reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que el cáncer cervicouterino ocasiona aproximadamente 342.000 muertes anuales globalmente, cifra que podría reducirse de forma considerable mediante una buena cobertura de vacunación. De acuerdo con estas fuentes, el esquema completo de inmunización resulta decisivo para prolongar la protección y disminuir la prevalencia del virus en la población.
Pese a los incrementos en la cobertura de la vacuna evidenciados en Bogotá, persisten obstáculos relacionados con factores socioculturales y la persistencia de mitos y desinformación acerca de la seguridad y efectos de la vacuna. Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) identifica el desconocimiento como uno de los principales factores que desalientan la vacunación, siendo particularmente relevante en entornos con menor acceso a fuentes confiables de información. Para contrarrestarlo, la SDS ha intensificado campañas educativas respaldadas por evidencia científica, enfatizando la importancia de la inmunización segura y efectiva.
La inclusión de niños y niñas en las jornadas de vacunación sigue las recomendaciones de organismos internacionales y busca romper la cadena de transmisión del VPH, beneficiando a la población a través de la generación de inmunidad comunitaria. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha mostrado que el incremento de la cobertura en ambos géneros reduce de manera significativa la incidencia de lesiones precancerosas y cánceres asociados, situando a la política bogotana en línea con las mejores prácticas globales.




El peso social y económico de las enfermedades derivadas de la infección por VPH es significativo. Prevenirlas se traduce en ahorros considerables para los sistemas de salud y mejora la calidad de vida de familias y pacientes. Voces como la de Julián Fernández Niño, subsecretario de Salud Pública de Bogotá, recalcan que la prevención, a través de información verificable y acceso a la vacunación, es esencial para salvaguardar el bienestar colectivo.
Para facilitar la inmunización, la SDS ha dispuesto múltiples puntos en colegios, centros sanitarios y espacios comunitarios, apoyando sus acciones mediante plataformas digitales de monitoreo. Esto permite focalizar esfuerzos en poblaciones vulnerables y optimizar los recursos disponibles, tal como se refleja en informes recientes de la entidad. Consolidar la cobertura total de la vacuna contra el VPH, por tanto, implica no solo la distribución eficiente del biológico, sino también campañas educativas sostenidas y una coordinación interinstitucional robusta. Este compromiso resulta necesario para disminuir la carga del cáncer cervicouterino y elevar los estándares de salud pública en Bogotá.
¿Por qué es importante lograr la vacunación completa contra el VPH antes de los 17 años?
Uno de los aspectos clave de la estrategia de vacunación descrita por la Secretaría Distrital de Salud es enfocarse en menores de entre 9 y 17 años. La razón fundamental radica en que la eficacia de la vacuna es considerablemente mayor si se administra antes del inicio de la vida sexual, asegurando una respuesta inmunitaria óptima. Alcanzar la cobertura total en este grupo no solo protege a los adolescentes de las infecciones por VPH, sino que disminuye de forma sostenida la incidencia de cánceres asociados en la edad adulta.
Adicionalmente, atrasar u omitir la vacunación más allá de este rango puede reducir la efectividad del biológico, ya que existe mayor probabilidad de exposición previa al virus. Esto hace indispensable la implementación temprana y oportuna de esquemas completos, tal como recomiendan organismos internacionales y lo reflejan las campañas locales en Bogotá.
¿Qué mitos persisten sobre la vacuna contra el VPH y cómo se abordan?
De acuerdo con el estudio de la Universidad Nacional de Colombia, persisten mitos y temores relacionados con la seguridad o los supuestos efectos adversos de la vacuna contra el VPH, especialmente en sectores con acceso limitado a información confiable. Estas creencias pueden derivar en negativa o retraso en la vacunación, poniendo en riesgo la salud de niñas, niños y adolescentes.
Frente a esta problemática, la Secretaría Distrital de Salud ha fortalecido campañas de sensibilización apoyadas por información basada en evidencia científica y promoviendo la participación de actores comunitarios y escolares, para desmentir los mitos y respaldar la confianza pública en la vacunación, como parte integral de su estrategia de prevención.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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