En la serie de documentos, entre grabaciones y correos electrónicos, que han publicado hasta ahora varios medios, principalmente Noticias Uno y El Espectador, y que dejó como ‘testamento’ Pizano, este mensaje es novedoso porque no hace parte de ese dosier.

“‘…Ya le llegará la hora a NHMN [Néstor Humberto Martínez Neira] quien con LACSA [Luis Carlos Sarmiento Angulo] y un sector político manejan todo a su antojo’; ‘se lo advertí (facturas sin soporte) no solo al Grupo Aval sino a su abogado NHMN… pero Aval no hizo nada’; ‘nadie había hablado de mis declaraciones… permíteme, dejaron con el c… al aire a Odebrecht, a Sarmiento y a NHM…’”, le escribió Pizano a Orozco, según revela ella en su columna de El Espectador.

La periodista dice que publica ese chat para contrastar las declaraciones de la familia de Pizano, “cuyo dolor seguramente sí fue manipulado, [y] recibió la asesoría errada, no sé de quién”, escribe Orozco, poniendo en duda que el primer comunicado de la familia reflejara verdaderamente el sentir de la viuda y las hijas de Pizano.

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Orozco hace esta aseveración porque sostiene que se comunicó con ella “un conocido periodista, fuerte defensor de la gestión de Martínez Neira”, que le contó que “la familia Pizano lo buscó para pedirle asesoría de medios”.

“Ese día —dice Orozco— se entregó un comunicado sin firma responsable, proveniente, según se dijo, de las señoras Pizano: ‘modificación de las grabaciones… no sigue los deseos de Jorge Enrique’, dice el escrito y añade afirmaciones sorprendentes a favor del fiscal que amargó el último año de sus vidas: ‘(cuando él grabó a Martínez Neira) jamás tuvo el objetivo de encontrar… el detrimento de un servidor público… manifestamos nuestra confianza en la investigación que adelanta la Fiscalía’”.

En su columna, Orozco también hace una línea del tiempo para probar que el matoneo en contra de ella y del informativo que dirige “creció en la medida en que el respaldo a Martínez ha ido disminuyendo. El grupo sórdido que ha estado en esa tarea baja pretende desprestigiar al mensajero, como si con ello también desprestigiara el mensaje que descubre el mundo también sórdido de los macronegocios del país”.

Además, recuerda  que denunció penalmente, por injuria y calumnia, a Ernesto Yamhure hace casi tres años. “El proceso avanzaba en la Fiscalía pero duerme, quietecito, en los anaqueles de una fiscalía local a partir de, o en coincidencia con, el momento en que se posesionó el doctor Martínez. Si se puede, estoy lista a retirarla, motivo falta de garantías”.