(Jorge) Pizano se volvió una persona incómoda para los brasileños. Para nosotros fue un aliado. Tengo correos en los que nos agradece la colaboración que le dimos y la forma como los atendimos”, señaló el alto ejecutivo al periódico.

De igual manera, Neira Torres aseguró que el fallecido auditor fue postulado por Corficolombiana al cargo de ‘controller’ del proyecto Ruta del Sol y dependía del presidente de la Concesionaria, Eder Ferracuti, y no de la empresa del Grupo Aval.

Ese señor parece ser que le tomó del pelo (a Pizano) y a Corficolombiana”, añadió Neira Torres al explicar que el fallecido auditor del proyecto pedía ayuda para que Odebrecht entregara información sobre la sospechosa celebración de millonarios contratos de la Concesionaria.

“Me reuní con él 11 veces, pero Jorge no tenía la documentación para demostrar sus sospechas porque los señores de Odebrecht no se la entregaban”, precisó el vicepresidente de la Contraloría Corporativa del Grupo Aval a El Espectador.

Y agregó a ese medio que los hallazgos que Pizano presentó no fueron obtenidos oficialmente, no estaban firmados y no constituían prueba alguna del pago de sobornos. Lo que había era una denuncia concreta de robo por más de $ 7.000 millones de un hombre de apellido Oliveira y que fue interpuesta a través de Javier Mejía, gerente contractual de Consol (la sociedad administradora de la Ruta del Sol 2).

“Siempre sospechamos que aquí había robos, pero nunca hubo una comunicación en la que encontráramos, en nuestra investigación o en la de Pizano, un soborno. Pizano no dijo que sospechaba de un soborno, la sospecha era que estaban robándose el dinero de los socios”, agregó a El Espectador el alto ejecutivo.

El artículo continúa abajo

Finalmente Odebrecht reportó la documentación requerida por Pizano luego de una investigación interna, vigilada supuestamente por un comité de ética, y que fue allegada a la junta directiva de la Concesionaria en donde el Grupo Aval figuraba como socio minoritario.

Cada caso de los que cuestionamos estaba soportado, tenían las facturas, los diseños, si había una factura en donde contrataban a alguien para que hiciera un informe jurídico, estaban los estudios”, relató Neira Torres al señalar que la firma colombiana no tuvo ninguna participación en este informe y que cuando se conoció mundialmente el escándalo de Odebrecht se entendió por qué entorpecían el trabajo de Jorge Enrique Pizano.